República Checa

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Praga

Foto: Gtres

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Praga

Los expertos no se ponen de acuerdo en el origen del nombre de la capital de la República Checa. La versión más extendida es la de la Crónica de Kosmas, un erudito del siglo XI. En esta se explica que la princesa Libuše sugirió a sus súbditos que el mejor lugar para asentar su pueblo era allá donde vieran a un hombre establecer un umbral, significado del vocablo checo práh. Otros creen que el nombre de la capital proviene de la palabra eslava Prga, que significa harina tostada, un nombre que se debe a la aridez del lugar rocoso elegido para construir el castillo de la ciudad. Como opción menos compartida está la de que el origen del nombre es la palabra checa prahy, que significa rápidos, concretamente los del río Moldava a su paso por la ciudad. 

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Monte Petřín

A 138 metros sobre el río Moldava, en el barrio de Malá Strana, este monte es el mirador más famoso de Praga. Hasta él se puede acceder en funicular o a pie, y en lo más alto se ubica la Torre de Petřín, que recuerda a la Torre Eiffel (salvando las distancias) y desde cuyo punto más alto se puede ver una magnífica panorámica de gran parte de Praga. En este lugar también se puede visitar el Laberinto de los Espejos, construido para la Exposición Universal de 1891; y, a los pies del monte, el Monumento a las Víctimas del Comunismo, que consiste en siete figuras humanas desnudas de bronce descendiendo por las escaleras.

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Un reloj astronómico en Praga

No hay otro reloj como éste; o al menos así debería ser si creemos lo que dice la leyenda acerca de que los ediles de la ciudad cegaron al maestro relojero para que no lo pudiera reproducir. Decir que los viajeros sienten fascinación por el reloj astronómico de Praga es quedarse cortos. Su belleza lo ha convertido en un icono universal. Ver como marca las horas es un espectáculo imprescindible en la Ciudad Vieja de Praga.

Foto: Gtres

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Praga, República Checa

Esta ciudad es un clásico de Europa. A la vez en ella se encuentra el ambiente bohemio de una ciudad moderna y el mágico de un cuento de hadas. Praga es perfecta para una escapada de fin de semana en pareja o con amigos; pero también un lugar idóneo para pasar unas vacaciones largas. Este es un destino en el que no te vas a quedar nunca sin hora, porque tiene el famoso reloj astronómico, toda una maravilla tanto artística como tecnológica, justo en el corazón histórico de la capital checa. Un plan imprescindible es pasear por las callejuelas de Staré Mesto, la Ciudad vieja y cruzar en el atardecer el Puente Carlos con sus treinta estatuas que parecen vigilar a los artistas, músicos y paseantes.

Foto: Che

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Rudolfinum, Praga

Con un estilo neo-renacentista, el auditorio de Praga es uno de los más antiguos de Europa. Diseñado por los arquitectos Josef Zítek y Josef Schulz, el edificio fue inaugurado en 1885. Además de servir de sede a la Orquesta Filarmónica de la República Checa, en sus interiores también se encuentra una galería de arte dedicada a trabajos contemporáneos. El auditorio fue llamado así por Rudolf, el príncipe de Austria y Hungría.

Foto: Miaow Miaow

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Fábrica de Oskar Schindler en Brněnec

El edificio, construido en el siglo XIX y abandonado tras el cierre de la fábrica de Oskar Schindler, será reconvertido en un museo sobre el Holocausto.