Constantinopla, Turquía
La actual Estambul cuenta con un pasado repleto de conquistas. La que sus inicios fue una antigua ciudad romana, con la llegada de Constantino I el Grande, Bizancio cambió su nombre por el de Constatinopla y comenzó una época de crecimiento, tanto geográfico como económico y cultural. Entre los siglos II a. C. y I a.C., el desarrollo de la nueva Constantinopla la llevó a convertirse en la ciudad más grande y poblada del mundo. Al igual que Italia, se levantó sobre siete colinas y su estructura siguió el modelo de Roma. Algunas de las construcciones de la época fueron el hipódromo, del que hoy se conservan dos de sus obeliscos, la iglesia de santa Irene o la universidad.
La fragmentación del Imperio romano provocó la llegada del bizantino. En el siglo VI, con Justiniano, es cuando se levanta Santa Sofía y la muralla de la ciudad, de la que hoy únicamente se conservan 7 kilómetros. Además, es en esta época cuando se convierte en una de las ciudades más ricas de Europa. Posteriormente, Constantinopla será conquistada por el Imperio latino y más tarde, por el Imperio otomano.