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Asturias: siete Reservas de la Biosfera para disfrutar al máximo de la naturaleza

Bosques de hayas y robles; osos, lobos y águilas; tradiciones y sabores conservados y mucha naturaleza son solo algunos de los atractivos de estos espacios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Picu Urriellu Subiendo de Carrena a Asiegu Original. Parque Nacional de los Picos de Europa

Turismo de Asturias / Mampiris

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Parque Nacional de los Picos de Europa

Asturias es sinónimo de paraíso natural, y no es de extrañar: en su geografía reúne el 1% de todas las Reservas de la Biosfera del planeta. En total, son siete las que se distribuyen por su pequeño territorio, todas ellas con un gran valor cultural y medioambiental, que se reparten entre cascadas, arroyos, cumbres, valles, bosques, grutas, playas, aldeas y acantilados.

Ejemplo de ello es el Parque Nacional de los Picos de Europa, el segundo mayor Parque Nacional de España y también el segundo más visitado sube desde los 300 hasta los 2.648 metros en una orografía complicada y a la vez rica, pues se dan en ella actividades que van desde el pastoreo y el senderismo hasta el montañismo y la escalada. Los pastos se alternan con bosques de ribera, robledales y hayedos, además de pueblos, ya que es el único Parque Nacional con pueblos en su interior.

Probar los deliciosos quesos Cabrales y Gamonéu, descansar junto a los lagos de Covadonga, alcanzar el Picu Urriellu, caminar por la conocida Ruta del Cares, avistar rebecos o visitar el Real Sitio de Covadonga son solo algunas de las actividades de las que disfrutar en este paraje natural.

San Martin de Oscos Original. Reserva del Río Eo, Oscos y Terras de Burón

Turismo de Asturias / Mampiris

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Reserva del Río Eo, Oscos y Terras de Burón

Marcado profundamente por la relación entre el hombre y la naturaleza, este espacio es una joya etnográfica de Asturias. Las labores ancestrales relacionadas con el campo, la artesanía y la pesca están aún muy presentes, convirtiéndose así en uno de los destinos rurales por excelencia del norte de España. El agua está muy presente en lugares como la playa de Penarronda, pero también la historia en complejos como el Ecomuseo del Pan, en los Oscos, la pesca en la salmonera de San Tirso de Abres, o la naturaleza en la Ruta de los Bosques de Villanueva de Oscos.

Durante los inviernos, las aves migratorias se asientan a las orillas de Castropol y A Veiga/Vegadeo para refugiarse, dibujando así una curiosa estampa estacional. Sin duda, otra de las visitas que vale la pena es a Taramundi, para conocer tanto su Museo Etnográfico de Esquíos como el Conjunto Etnográfico de Os Teixóis y el Museo de los Molinos de Mazonovo.

Casielles en Ponga Original. Parque Natural de Ponga

Turismo de Asturias / Camilo Alonso

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Parque Natural de Ponga

En pleno corazón de la cordillera cantábrica se encuentra este parque, compuesto de grandes bosques y escarpadas montañas, como la Peña Ten o las cumbres de Maciédome. El Peloño es la máxima expresión del bosque maduro de haya que se encuentra dentro del Parque Natural de Ponga. El conocido río Sella cruza el parque por su zona más oriental y forma el desfiladero de los Beyos, que da nombre también al famoso queso de la zona. Los hórreos y la ganadería son vestigios de que las tradiciones del lugar siguen presentes en un lugar compuesto, en un tercio del mismo, por hayas.

Aun así, su paisaje está marcado por la diversidad, ya que se compone también de prados, pastos, piornales, brezales y tojales. Para disfrutar de este paraje, algunas de las rutas mas conocidas son la de la Foz de los Andamios, la del Picu Pierzu o la del Cartero, algunas de ellas perfectas para observar animales como el águila real y el alimoche, pero también la nutria en alguno de sus dos ríos.

Vega de Branagallones - Bosque de Redes Original. Parque Natural de Redes

Turismo de Asturias / Noé Baranda

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Parque Natural de Redes

La forma de vida tradicional es difícil de conservar, pero en el Parque Natural de Redes, las pequeñas y dispersas poblaciones han conseguido retenerlas y difundirlas a todos aquellos que lo visiten. Buena forma de ello es visitando centros como el Museo de la Apicultura o el Museo de la Madera y la Madreña, ambos en Caso, además de Centros de producción artesanal del Queso Casín, con DOP. La ruta de la vega de Brañagallones refleja su pasado de organización familiar junto a una naturaleza marcada por un parque en el que destacan los bosques y pastos en un altísimo porcentaje.

Esto supone la existencia de una gran red de senderos y rutas, como la de Pendones-Orllé, la del Valle del Ríu Mediu, la del Alba o la del Cantu l'Osu. El Bosque de Redes es uno de los ejemplos de porqué en este espacio natural se concentran tantos animales, como el oso pardo, el corzo, el ciervo y el jabalí, pero también liebres y un gran abanico de pájaros carpinteros.

Turismo de Asturias / Juan de Tury. Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa

Turismo de Asturias / Juan de Tury

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Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa

Las pequeñas y pintorescas localidades y los grandes contrastes entre valles y cumbres son algunas de las señas de identidad de un espacio con monumentos naturales como el de la Cueva Huerta, en Teverga, con cascadas como la del Xiblu y hayedos como el de Valgrande, o el del Tejo de Bermiego, en Quirós. Altos pastos y extensos bosques de hayas y abedules son perfectos para admirarse con la flora del lugar. Los rodales de acebo en los Puertos de Agüeria son un lugar único para disfrutar de la diversidad de la flora, así como los Senderos Interpretativos de la Berrea son una estupenda oportunidad para disfrutar de ese espectáculo anual.

Una forma especial de recorrer el valle de Payares es a través del Bosque de Valgrande, pero la historia también se hace su hueco en lugares como el Parque de la Prehistoria de Teverga o el Museo etnográfico de Quirós.

Brana de Fuexo en Somiedo Original. Parque Natural de Somiedo

Turismo de Asturias / Pablo López

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Parque Natural de Somiedo

El primer Parque Natural asturiano se ubica en la cordillera cantábrica. Este espacio, salpicado por las tradicionales cabañas de teito, está marcado por los amplios valles y la influencia atlántica que, sumada a las altas montañas y sus grandes lagos glaciares, forman una estampa idílica para los amantes de la naturaleza. Estos cambios de altura han favorecido la trashumancia entre sus pastos y la aparición de brañas, como las de Mumián o La Pornacal.

El haya es el árbol rey en este paraje, donde se suman los robledales y abedulares, formando así preciosas sendas para caminar, como la del Lago del Valle o la Ruta de Sousas. Su gran red de miradores permite el avistamiento de grandes mamíferos, como el oso, el lobo y el gato montés, además de ciervos.

Parque Natural de las Fuentes del Narcea  Original (1). Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias

Turismo de Asturias / Noé Baranda

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Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias

Cuna del mayor robledal albar de toda Europa, el resto del parque no le va a la zaga en atractivos naturales. Las cuencas del Narcea y del Ibias esculpen los valles y surcan bosques donde el oso pardo está presente, además del lobo y del urogallo. Hayas, robles, castaños y coníferas marcan la tradición maderera, con artesanos, como los cunqueiros, y la minera, de la que también se puede aprender con la Senda del oro de Ibias.

En Cangas del Narcea se puede visitar tanto el Museo del Vino como la Laguna del Cueto de Arbas, y aprender sobre el oso pardo en los Senderos Interpretativos del Oso, además de subir al Mirador del Alto del Acebo o realizar la ruta del Pomar de las Montañas.

Brana de Fuexo en Somiedo Original