Cuentan que cuando se fundó el primer club náutico catalán en Tarragona, en 1878, la gente lo llamó "el club de los chalados" porque no entendían que aquellos jóvenes se divirtieran con artes propias de pescadores. Sin embargo, desde entonces, han cambiado muchas cosas. Entre ellas, que Barcelona celebró unos Juegos Olímpicos en 1992, lo cual propició la construcción de un puerto olímpico y la popularidad de la vela, que tuvo a los regatistas olímpicos José María Van der Ploeg y Begoña Vía-Dufresne como los primeros héroes a seguir.
Al poco de aquel primer club en Tarragona, se fundó el Yacht Club, en Barcelona. Pero hubo que esperar hasta la década de los 50 del siglo pasado para que aparecieran otros puertos deportivos como el de Arenys de Mar, Vilanova y Cambrils, que se sumaron al Club Náutico Costa Brava, fundado en 1948 en el puerto de Palamós. Son solo algunos de los enclaves escogidos por apasionados del mar que visitan Cataluña. El Mediterráneo es un escenario perfecto para la práctica de deportes náuticos: la Costa Daurada, la Costa Brava y la Costa Barcelona suman más de 600 kilómetros de costa donde disfrutar que se complementan con un interesantísimo calendario de regatas y eventos.