Por su trabajo con el ecoturismo y la protección del medio ambiente, Costa Rica se ha convertido en un ejemplo de buenas prácticas en materia de sostenibilidad para muchos otros países del mundo. Más de una cuarta parte de su territorio, tanto terrestre como marítimo, está amparado bajo diferentes figuras de protección: parques nacionales, refugios de vida silvestre, reservas forestales y reservas biológicas. Todo con la supervisión del SINAC, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación.
Además, la educación a todos los niveles es clave para que los ticos sean los primeros abanderados en el cuidado de la naturaleza. Eso se traduce en muchos pequeños proyectos cuyas prácticas tratan de garantizar que los recursos naturales lleguen en las mejores condiciones a las generaciones futuras. Parque Nacional Tortuguero, Reserva Pacuare, Refugio de Vida Silvestre Caño Negro, Comunidad de Ortega y Sarapiquí: las historias que aparecen en este vídeo son un buen ejemplo de cómo las actividades turísticas están siendo parte de ese proceso al destinar recursos para la protección y regeneración de los espacios naturales y de la fauna.