La historia del esquí en España empezó prácticamente en Cataluña con un grupo de socios del Centre de Excursionistas de Catalunya que improvisó su primera bajada en Rasos de Peguera; según las crónicas del momento, fue en la Navidad de 1908. Sin embargo, hubo que esperar hasta la década de los años 20 del mismo siglo para que el esquí comenzara a popularizarse. Coincidió con la llegada del tren a La Molina.
Imágenes de la época muestran la estación nevada, el ferrocarril al fondo y los esquiadores junto a la vía cargando sus rudimentarios esquís al hombro y con ropas que nada tenían que ver con las actuales. La inauguración del Chalet del Centre de Excursionistas de Catalunya en La Molina acabó por cimentar la práctica de este deporte, que en su origen estuvo muy ligado a las clases sociales acomodadas.
Desde entonces ha nevado mucho y el Pirineo catalán se ha convertido en uno de los centros de esquí más importantes de toda Europa, donde se celebran eventos internacionales. Hoy, con una práctica mucho más tecnificada e integrando amplios perfiles sociales. Muchas de estas estaciones catalanas se han convertido en verdaderos complejos turísticos donde pasar unas estupendas vacaciones en familia. Hoy muchas niñas y niños sueñan con seguir los pasos de sus ídolos, como Núria Pau, Anna Esteve o Álex Puente; sobre todo, el próximo 2020, cuando se celebrará el año del turismo deportivo en Cataluña.