Ginebra se transforma en la mejor ciudad-resort de este invierno

La urbe Suiza se convierte en un destino sorprendente con planes especiales para disfrutar de estos meses de forma única.

El escritor Jorge Luis Borges es el creador del mejor eslogan turístico de la ciudad de Ginebra que se haya escrito jamás: "De todas las ciudades del mundo, de todas las patrias íntimas, de todo lo que un hombre busca en el corazón de sus viajes, Ginebra es el lugar más propicio para vivir". Esa es la perla que le soltó a la ciudad. Aunque no lo dijera literalmente se entiende por lo que dijo que Ginebra es también un lugar propicio al que viajar en invierno, sobre todo los días de cielos azules y frescos que animan al abrazo de una buena bufanda y un gorro de lana, al calor de la taza de chocolate y al humo aromático de una fondue clásica. Visitar el Quartier International, pasear por el casco antiguo, entrar en su catedral, en los museos o, por qué no, subirse a un tradicional crucero para ver desde otra perspectiva la ciudad, son experiencias que en invierno se cargan de una atmósfera especial y distinta. Ginebra en invierno es un destino lleno de planes para, como dijo Borges, lograr ser felices.

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Suiza. La ciudad a las puertas de los Alpes

Foto: Suiza Turismo

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La ciudad a las puertas de los Alpes

Desde el Jet d'Eau, ese deslumbrante icono monumental cuyo chorro de 140 metros sitúa a la ciudad en cualquier mapa turístico que se precie, se puede admirar el lago Lemán con los Alpes nevados como telón de fondo. Y esa es, sin duda, una razón que convierte por sí sola en imprescindible un viaje invernal a Ginebra. La panorámica no es simplemente una anécdota visual, sino que resume en un único vistazo uno de los argumentos de peso de Ginebra: tiene corazón urbano y relojero pero se encuentra rodeada de naturaleza. Desde aquí es fácil montar una excursión al poderoso Zermatt, planear una escapada a algún spa a orillas del mítico lago Lemán o ir a Chamonix, a los pies del Mont Blanc. La proximidad de excepcionales pistas de esquí -se puede acceder a prácticamente todas las estaciones de Suiza en menos de una hora- hace recomendable viajar con tu equipo (aunque siempre cabe la posibilidad de alquilarlo, claro) para disfrutar de algunos buenos descensos.

Noël aux Bastions. El espíritu de la Navidad

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El espíritu de la Navidad

¿Qué sería del invierno sin su especial espíritu navideño? Es una de las tradiciones más queridas y esperadas por las familias. En Ginebra han sabido reinterpretar los ingredientes clásicos de todo buen mercadillo navideño, dotándolo de un carácter distintivo que hace que el espumillón, las luces más rocambolescas, las galletas de jengibre, los abetos adornados o las largas listas de reproducción de villancicos clásicos se vivan como una novedad. La ubicación no podía ser mejor: el Jardín Inglés, ya de por sí un lugar encantador en Ginebra con su famoso Reloj Floral, se convierte en invierno en el Mercado de Navidad (del 18 noviembre al 31 diciembre 2021) que todo el mundo ha soñado alguna vez recorrer.

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Foto: Suiza Turismo

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Sabor a chocolate

Ginebra es algo así como el sueño de Charly si la fábrica de chocolate no hubiera existido jamás. Y hablando de fábricas… François Cailler fundó en Ginebra una de las primeras fábricas chocolateras de Europa el año 1819. Luego le imitaron los emprendedores Suchard, Tobler, Nestlé y Lindt, nombres bien conocidos (y saboreados) que hacen de la ciudad uno de los lugares con mayor concentración de chocolateros del mundo. La mejor forma de adentrarse en esta deliciosa tradición es mediante el Chocolate Tour, una visita para conocer los chocolates locales de la mano de cinco chocolaterías y pastelerías que ya en su día hicieron las delicias de personalidades como Winston Churchill, Grace Kelly, JF Kennedy y Charles de Gaulle.

Stettler - Atelier

Foto: Suiza Turismo

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Y si hay más ganas de seguir pecando...

La fábrica de chocolate Stettler es toda una referencia popular en Ginebra, donde su famoso pavé de Genève lleva levantando el ánimo goloso de los ciudadanos desde su fundación allá por la década de 1940. Toda esta larga tradición vivió un renacer con la incorporación en el equipo del Chef Salvatore Martone, dotando a la fábrica de la condición de auténtico laboratorio del chocolate gracias a una creatividad prácticamente sin límites. Además, Stettler cubre su cuota de compromiso ecológico y responsabilidad social al comprar directamente a productores locales de cacao en grano en Colombia, así como el resto de las materias primas. 

Winter Lights Market

Foto: Suiza Turismo

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¡A toda luz!

Post tenebras lux (“después de la oscuridad la luz”) es el lema de Ginebra y, como destaca Marie Barbey-Chappuis, asesora administrativa a cargo del Departamento de Seguridad y Deportes de la ciudad, este año es "más relevante que nunca". Tras ser anulado anteriormente debido a las circunstancias excepcionales de la pandemia mundial, la próxima edición del Geneva Lux Festival se celebrará en enero de 2022. Sin duda, una ocasión única para conocer Ginebra recorriendo las fantasiosas instalaciones de las que son capaces los artistas que se reúnen en este festival urbano. Para esta edición se cuenta con espectaculares creaciones luminosas en diferentes ubicaciones de la ciudad, tanto en el centro como en barrios como Pâquis, Eaux-Vives o Plainpalais. Seguramente, la instalación que recrea a una ballena y su cría del colectivo CUBE HTX, que nadará en el refugio de la isla Rousseau, se va a convertir en la foto mediática del acontecimiento. 

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Foto: Suiza Turismo

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Una charla alrededor de una fondue

La fondue, el plato nacional de Suiza desde la década de 1930, alcanza una relevancia especial en invierno. ¡Fuera cuchillo y tenedor de la mesa! Y es que este plato se come con una especie de vara metálica con dos puntas para poder pinchar el pan y bañarlo de queso cómodamente. Los comensales se sientan alrededor de una estufita en el centro de la mesa que calienta con velas o combustible el plato mientras van contando las aventuras de su paseo por la ciudad. La temperatura de la llama se puede regular con el fin de hacer la consistencia del queso más o menos pastosa. ¿Cuál es el punto perfecto? Pues cuando al coger un trozo ya cubierto no se desprenden hilos de queso. En Ginebra, la fondue más popular es la moitié-moitié, mitad y mitad, hecha con Gruyère y Vacherin de Friburgo. Nada mejor para entrar en calor tras una larga caminata por el centro histórico de Ginebra.

Fête de l'Escalade(1)

Foto: Suiza Turismo

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Hasta la victoria siempre

La Fête de l'Escalade (un evento que tiene lugar en torno al 12 de diciembre) es el festival histórico más popular de Ginebra. En la práctica se trata de una especie de carnaval que combina altas dosis de tradición, humor y conmemoración oficial. La canción Ce q'uè l'ainô cuenta la historia del episodio histórico que pasó a simbolizar la victoria y que es, sobre todo, sinónimo de la independencia de Ginebra: la noche del 11 al 12 de diciembre de 1602, el duque de Saboya y sus tropas lanzaron un ataque contra la ciudad. Al parecer, esperaban una victoria rápida y fácil para celebrar la Navidad dentro de la ciudad. Pero cuando se acercaron a las murallas, dos guardias lograron poner en aviso a la población, que junto a la milicia local puso freno al ataque. Para conmemorar esta gran victoria, la gente participa disfrazada con trajes de la época y desfilan por las calles del casco antiguo. 

"Así mueran los enemigos de la República" es uno de los gritos que se escucharán por toda la ciudad en lo que es un tradicional homenaje a la “Madre valiente”, una mujer local con catorce hijos que se enfrentó ella sola a los soldados vertiendo un caldero lleno de sopa de verduras hirviendo. Hoy, en lugar de verter un caldero hirviendo, se comparte uno lleno de mazapán y caramelos envueltos en papeles dorados y rojos, los colores de la ciudad. El duque de Saboya no pudo disfrutar de su Navidad en Ginebra, pero el viajero sí encontrará una ciudad abierta, dispuesta a recibir de la mejor forma que sabe a todos los visitantes (eso sí, siempre que vengan en son de paz, claro).