De las diez regiones en las que se divide Japón, podría considerarse que es la de Kansai la que alberga su corazón espiritual y tradicional. Osaka, una de sus ciudades más vibrantes, floreció como centro de logística y comercio durante el período Edo como la "cocina de la nación". Kansai fue el epicentro de la bonanza de aquellos siglos, una riqueza que ahora se refleja en su exquisita gastronomía, la autenticidad de su cultura y la relación entre el entorno natural y la paz interior.
La singular y profunda experiencia del visitante se extiende por las ocho zonas que conforman la región: San’in, Lago Biwa y Hokuriku, Este del Lago Biwa y Mie, Harima, Tamba, Ise y Nara, Isla de Awaji y Tokushima y Kumano Kodo. Lugares repletos de rincones donde se suceden los vestigios de las culturas ancestrales de los samurái y los ninja, mitos históricos y peregrinaciones espirituales, aderezados con paisajes de ensueño y la magia única de Japón, que promete una experiencia exclusiva e inimitable.

© Joachim Ducos