Al recorrer las extensas tierras de Castilla-La Mancha en el horizonte aparecen imponentes los molinos contra los que luchó Don Quijote. Una imagen creada por Miguel de Cervantes y que posicionó esta comunidad autónoma a nivel internacional gracias a una ruta dedicada a este personaje. También a los pueblos monumentales que dotan Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Albacete de un extenso patrimonio cultural y natural. Localidades que se aferran a su entorno entre valles, sierras, campos de cultivo, cursos fluviales y parques naturales. Una mezcla de tradiciones, paisajes, calles y monumentos insuperable que se convierte en una escapada perfecta. Y más si se siguen estas coordenadas.