El pequeño país de Centroamérica se encuentra entre dos mares. Puede parecer pequeño en superficie. De hecho, quien se lo proponga podrá ver amanecer en una costa y atardecer en otra el mismo día. Pero entre medias, Costa Rica atesora todo un universo verde y cultural que concentra la mayor biodiversidad del mundo.
En 1948, el país prescindió de ejército (una decisión singular en América Central) para poder invertir el dinero en educación y medio ambiente, de manera que las generaciones futuras dispusieran de las herramientas necesarias para proteger su más preciado patrimonio: la naturaleza. Hoy abandera la etiqueta verde de la ecología mundial.
Entre todos los planes posibles, los hay de imprescindibles, como ver el desove de las tortugas, contemplar la silueta perfecta del volcán Arenal, recorrer Monteverde gracias a sus largos circuitos de tirolinas o avistar fauna en el Parque Nacional de Manuel Antonio. Pero también hay otras muchas propuestas sorprendentes como algunas de las que aparecen en este mapa realizado por Viajes National Geographic. Se trata apenas de una pequeña selección para disfrutar de un gran país, pequeño en extensión geográfica pero gigantesco en experiencias viajeras.