De pueblo en pueblo

El mapa para descubrir las sorprendentes Villas de la Comunidad de Madrid

El patrimonio cultural de la Comunidad de Madrid se recoge en un conjunto de once destinos singulares repartidos por distintas comarcas. Rodeadas de unos paisajes carismáticos, cada una de estas villas ha logrado mantener su autenticidad rural, ofreciendo además una infraestructura turística de calidad preparada para satisfacer las necesidades de sus visitantes. Este es el recorrido para descubrirlas una a una, con sus encantos, su aporte cultural e histórico y los puntos que no hay que perderse.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Navalcarnero

Navalcarnero © Comunidad de Madrid

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Navalcarnero

Entre los ríos Guadarrama y Alberche, al suroeste de la Comunidad de Madrid, se encuentra una de las Villas de Madrid más próximas a la capital. Se trata de Navalcarnero, una localidad fundada el 10 de octubre de 1499 que ha acogido acontecimientos tan importantes como la boda del rey Felipe IV con su sobrina Doña Mariana de Austria, gracias a la cual se le concedió el título de "Villa Real”.

La plaza de Segovia es uno de los enclaves principales de la villa, pues era allí donde antiguamente los pobladores hacían toda su vida. De hecho, en la actualidad, sigue acogiendo el mercado del Siglo de Oro que se celebra en este municipio, así como multitud de eventos y celebraciones como el mercado de artesanía que se celebra cada segundo domingo del mes. También hay que visitar la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Monumento Histórico-Artístico, y las Ermitas de San Roque y de la Veracruz, siendo esta última especialmente interesante por los frescos y pinturas murales que posee y que han permanecido intactas desde su realización. Aquí también se encuentra el Museo del Vino, localizado en una antigua bodega con cueva del siglo XIX donde se rinde homenaje a la actividad vitivinícola que se realiza en esta zona.

Buitrago del Lozoya

Buitrago del Lozoya © iStock

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Buitrago del Lozoya

Sobre un promontorio y circundada por el río Lozoya, se encuentra esta bonita villa que siglos atrás fue uno de los reductos medievales más importantes de la Comunidad de Madrid. Buitrago del Lozoya, completamente defendida con un recinto amurallado de la época en cuyo interior se desarrolla la vida, se ha convertido en uno de sus grandes atractivos. Estos 800 metros de recorrido y sus tres puertas de acceso al interior llevan al visitante a un viaje al pasado.

Uno de los lugares obligatorios por los que pasar es el Museo Picasso, un espacio en donde se recoge una peculiar colección de setenta y cinco piezas entre las que se incluyen bocetos, pinturas, carteles y documentos que el artista realizó durante el exilio francés. La mayor parte de las piezas pueden ser datadas con precisión entre octubre de 1948 y diciembre de 1972. Y, a tan solo unos minutos de allí, la Iglesia de Santa María del Castillo, el único templo medieval que se mantiene en pie dentro del recinto amurallado.

Colmenar de Oreja

Colmenar de Oreja © Comunidad de Madrid

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Colmenar de Oreja

Su plaza Mayor, la iglesia de Santa María la Mayor y el museo Ulpiano Checa, dedicado a este pintor oriundo de esta villa madrileña y especialmente conocido a finales del siglo XIX, hacen que simplemente este viaje a Colmenar de Oreja merezca la pena. Su historia está ligada al castillo de Oreja, una fortaleza de origen prerromano ubicada en un enclave estratégico para controlar el río Tajo, y a la tradición vinícola, que ya se llevaba a cabo en la época romana.

Los hornos donde se cocían las tinajas del vino y el aceite hicieron de esta zona en el pasado un gran centro industrial, además de ser también famosa por sus canteras, de las que se ha extraído piedra para la construcción del Palacio Real de Madrid y el de Aranjuez, así como para innumerables monumentos de Madrid. En la actualidad, uno de esos atractivos son sus cuevas excavadas en la piedra de origen centenario, además de cuevas subterráneas, donde se guardaban y se siguen guardando unos vinos que pertenecen a la Denominación de Origen Vinos de Madrid.

No hay que dejar de visitar el Mirador de los Barrancos, desde donde visualizar las mejores vistas del Valle del Tajo y de los primeros pueblos de Toledo, ni pasear por la Vía Verde del Tajuña, un recorrido de 14 kilómetros que tiene como eje la vía férrea que unía este pueblo con Chinchón.

Chinchón

Chinchón © Comunidad de Madrid

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Chinchón

Nombrado Señorío de Chinchón por los Reyes Católicos, esta villa fue ganando popularidad hasta convertirse en uno de los pueblos más visitados de la Comunidad de Madrid a día de hoy. Su plaza mayor teñida de blanco y verdes, de planta irregular, estilo medieval y 234 balcones, galerías y soportales de madera, es uno de sus mayores atractivos. Fue lugar de celebración de ferias de ganado, autos sacramentales, proclamaciones reales, corral de comedias y ferias taurinas.

El Monasterio de los Agustinos, fundado en el siglo XVII por los Condes de Chinchón y convertido hoy en Parador de Turismo de Chinchón, es otro de los puntos a visitar junto con su Ermita de Nuestra Señora del Rosario, la antigua iglesia del convento. Tampoco hay que dejar de pasar por la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en cuyo interior se encuentra una de las obras religiosas más importantes de Francisco de Goya, La Asunción de la Virgen (1812), ni el Teatro Lope de Vega, construido en 1891 sobre el antiguo Palacio de los Condes.

Nuevo Baztán

Nuevo Baztán © Comunidad de Madrid

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Nuevo Baztán

Fundada a principios del siglo XVIII por Juan de Goyeneche y Gastón, la villa de Nuevo Baztán se convirtió en un centro agrícola y de fabricación de productos cotizados en la época. Su nombre está estrechamente relacionado con Baztán, la población navarra de donde Juan de Goyeneche provenía.

Considerada Monumento Histórico Artístico desde 1941 y Bien de Interés Cultural desde el año 2000, Nuevo Baztán sorprende en especial por el Palacio-Iglesia de Goyeneche, la que fuera la residencia de su fundador, y por las numerosas plazas con las que cuenta, pues su conjunto arquitectónico estaba pensado para que los habitantes se relacionasen entre sí. Es por eso que es fundamental conocer la plaza del Jardín, la de la Iglesia, de las fiestas, del Mercado, del Secreto o la plaza Mayor, entre algunas otras.

Además de un paseo por sus calles, Nuevo Baztán se merece un recorrido por sus alrededores. La Senda de Valmores, que sigue el curso del arroyo de la Vega y que aguas abajo vierte sus aguas en el río Tajuña, lleva a los visitantes a los restos de la primera población del Valle del Arroyo de la Vega mientras se descubre la fauna y la flora local.

San Martín de Valdeiglesias

San Martín de Valdeiglesias © Comunidad de Madrid

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San Martín de Valdeiglesias

Posiblemente, San Martín de Valdeiglesias sea uno de los pueblos menos conocidos de la Comunidad de Madrid y, sin embargo, es uno de los que más belleza natural y patrimonio cultural y arqueológico esconden. Se encuentra en una zona considerada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por las numerosas especies de aves que lo habitan, haciendo del pueblo uno de los enclaves ornitológicos más interesantes de Madrid.

En su casco histórico se alza majestuoso el castillo de la Coracera, construido en 1434 por Álvaro de Luna. También son visitas obligadas: su jardín botánico y parque de esculturas vegetales, ‘El bosque encantado’, situado en las afueras de la localidad; el cementerio visigótico que bordea el Cerro de las Mesas y permite visitar antiguas tumbas, así como la Fuente de la Cancha, con unas vistas impresionantes.

Patones de Arriba

Patones de Arriba © Comunidad de Madrid

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Patones de Arriba

En la frontera entre Guadalajara y la Comunidad de Madrid se ubica una villa que, según cuenta la leyenda, ni Napoleón dio con ellos. Y es que, escondido en un paraje recóndito, Patones de Arriba es un idílico pueblo perfecto para disfrutar paseando por sus calles, pero también para descubrir su naturaleza.

Construidas entre piedra y pizarra, Patones se ha posicionado como una de las villas más bonitas de la Comunidad, y también una de las más bellas de recorrer a lo largo de su senda ecológica El Barranco, un camino de 750 metros que separa los dos Patones, el de Abajo y el de Arriba, y que permite divisar todo el entorno natural que engloba este paraje rodeado de montañas, valles y embalses.

Torrelaguna

Torrelaguna © Comunidad de Madrid

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Torrelaguna

Conocido como la cuna de madrileños ilustres, Torrelaguna fue el pueblo de nacimiento del Cardenal Cisneros -motivo por el cuál su casco histórico es uno de los más bellos de la Comunidad de Madrid, pues no reparó en gastos para engrandecer la Villa- y uno de los lugares en donde vivió San Isidro Labrador.

Entre los lugares más emblemáticos se encuentra su iglesia de Santa María Magdalena, un ejemplo de la arquitectura gótica madrileña, el Pósito, el Hospital de San Bartolomé y el Convento de Franciscanos de la Madre de Dios. Además, hay que mencionar que Torrelaguna fue testigo y escenario de múltiples películas como Orgullo y Pasión, con los conocidos actores Sophia Loren, Cary Grant y Frank Sinatra.

Rascafría

Rascafría © Comunidad de Madrid

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Rascafría

En pleno Valle del Lozoya, Rascafría se ha convertido en una de las villas más bonitas de la zona. Su historia tiene una relación especialmente estrecha con la religión, pues desde su fundación en 1390 destaca por su imponente Monasterio de Santa María del Paular, mandado construir por Enrique II de Castilla y donde durante más de 450 años ha estado viviendo la orden de La Cartuja para después convertirse en una abadía benedictina.

Otros lugares que merecen una visita son la plaza de los Trastámaras, levantada en conjunto con la Casona. Además del Ayuntamiento, la parroquia de San Andrés Apóstol y su Corral de Comedias, donde se realizan una gran cantidad de actividades culturales.

iStock-89926859 (1). Manzanares El Real

Foto: iStock

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Manzanares El Real

Como si se viviera en un cuento, eso es lo que se siente al pasear por las calles de Manzanares El Real. Un pueblo que recuerda a los relatos encantados, y los de princesas, por tener uno de los castillos mejor conservados de la Comunidad de Madrid. Totalmente musealizado, un recorrido por su interior es hacer un viaje en el tiempo al medievo y al Renacimiento. Además, el mismo pueblo forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, una de las joyas naturales de la Comunidad, por lo que salir a visitar sus alrededores es tener la oportunidad de respirar aire puro y desconectar para reconectar. Tampoco hay que olvidarse de probar la clásica caldereta de cabrito en cualquiera de sus asadores o la urta a la roteña, uno de sus platos más conocidos.

shutterstock 2118207662. Villarejo de Salvanés

Foto: Shutterstock

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Villarejo de Salvanés

Rodeado de viñedos, olivares, campos de cultivo de cereales y legumbres y pinares, Villarejo de Salvanés es el centro neurálgico de la Comarca de las Vegas y su icono por excelencia es su castillo, una fortaleza de la Orden de Santiago que forma parte de la Red de Castillos de la Comunidad de Madrid.

La Casa de Tercia, construida en el siglo XVI, es reflejo de la presencia de la Encomienda Mayor de Castilla en Villarejo de Salvanés. También es interesante de visitar su Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol, del siglo XIV. Asimismo, no hay que dejar de visitar el Convento de Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, construido en el siglo XVI como agradecimiento a los resultados logrados en esa batalla. Entre las construcciones actuales se encuentra el Museo del Cine, en el antiguo Cine París, el primer museo de cine profesional y tecnológico de toda España.