Perfecta ubicación, inmejorables instalaciones y servicios, oferta gastronómica de calidad, trato amable y cercano... Hasta hace poco, todos estos condicionantes eran suficientes a la hora de escoger un hotel en el que dejar atrás las responsabilidades, la jornada laboral y la rutina. Pero ya no.
Y es que el viajero de hoy en día no solo busca conocer un destino, quiere vivirlo y hacerlo suyo experimentando y emocionándose. Meliá Hotels & Resorts lo sabe y por ello vuelve a reinventar los conceptos de estancia y hospitalidad para aportar un valor añadido a su ya atractiva oferta de alojamientos: establecer una conexión afectiva entre el viajero y el espacio en el que disfruta de su tiempo de ocio. Es decir, transformarlo todo en un momento inolvidable.