Este espacio, con más de 7,5 hectáreas, fue diseñado originalmente por el artista multimedia André Heller. En su interior, además de piezas de Daniel Swarovski se encuentran obras de otros nombres famosos del mundo del arte y el diseño que han interpretado el cristal a su manera y han convertido este material reluciente en conceptos espaciales y experimentales.
Sumergirse en un mundo único
A 20 minutos de Innsbruck, en la misma ciudad en donde Daniel Swarovski creo su empresa, se encuentra el lugar que ya ha hechizado a más de 16 millones de visitantes de todo el mundo, Los Mundos de Cristal Swarovski, convertido a día de hoy en un de los destinos populares y atracciones turísticas más importantes de Austria.

© Swarovski Kristalwelten
Las cámaras de las maravillas
El recorrido por los Mundos de Cristal Swarovski comienza bajo tierra, en las cámaras de las maravillas dividido en 18 espacios diseñados por artistas y diseñadores internacionales, en donde se muestra el cristal en todas sus facetas. Allí se accede a través de la cabeza del gigante, que basa su historia en las históricas cámaras de las maravillas del Castillo de Ambras de Innsbruck. En el siglo XVI, como colección universal, trató de captar todos los conocimientos de su época; un concepto que los Mundos de Cristal Swarovski han querido emular. La idea se centra en que cada artista y cada diseñador pueda contar una historia diferente con los cristales de Swarovski.

Silent Light de Tord Boontje © Swarovski Kristalwelten
Cada una de las 18 cámaras de las maravillas corresponde a un gran artista como Manish Arora, Tord Boontje, Lee Bul, Brian Eno, André Heller, Yayoi Kusama, Arik Levy, Fernando Romero, Studio Job, Michael Schmidt y Derek McLane que las han diseñado basándose en sus propias inspiraciones con los cristales; de modo que con cada cámara te sumerges en un mundo completamente nuevo y conoces a los artistas que han aportado sus ideas. También ha participado en esta exposición James Turrell en la cámara de las maravillas Umbra creando una instalación transitable centrada en las luces y los colores convertida en la única instalación permanente de este tipo de obras en Alemania.

James Turrell © Swarovski Kristalwelten
Bienvenidos a Hollywood
La instalación The Art of Performance destaca la inspiradora conexión entre Swarovski y el mundo del entretenimiento. En su interior se encuentran los atuendos originales de Elton John, Cher, Katy Perry o Dita von Teese, así como réplicas del atuendo Blonde Venus de Marlene Dietrich de 1932 o el "vestido de cumpleaños" de Marilyn Monroe, que no solo hechizó a John F. Kennedy en la legendaria cena de cumpleaños del presidente. Otros destacados son los accesorios emblemáticos de películas de Hollywood como las zapatillas de rubí de Dorothy de El mago de Oz.

© Swarovski Kristalwelten
La tienda-museo
Tras una vuelta por las cámaras de las maravillas, los visitantes llegan a la tienda de los Mundos de Cristal Swarovski, un espacio comercial que combina numerosas líneas de productos de Swarovski en un solo espacio demostrando lo diverso que puede ser el cristal como material, el gran poder innovador de Swarovski y su fuerte unión con el mundo de la moda y el diseño.
Durante más de 25 años, esta tienda -considerada una de las más grandes del mundo de Swarovski- ha sido un símbolo de la unión de brillantes experiencias de compra con espectaculares instalaciones artísticas. En su interior se puede encontrar una gama de productos inimaginable, desde joyas y accesorios hasta figuritas hechas de cristal. Durante la visita, la tienda se presenta literalmente como un paisaje que serpentea por la sala como el curso natural de un río, acompañada de expositores artísticos y de arte y coronada por la espectacular cúpula The Starry Mosaic Sky.

© SWAROVSKI KRISTALWELTEN
Un paseo al aire libre
Saliendo de la tienda, al aire libre, en su jardín, se ha creado un paisaje asombroso que mezcla la naturaleza de las montañas del Tirol con instalaciones artísticas de creadores conocidos como Bruno Gironcoli, Thomas Bayrle, Martin Gostner y Alois Schild y con un diseño del jardín creado por el paisajista británico Tony Howard. Aquí, arte contemporáneo se combina con la historia antigua dando lugar a un espacio donde el cristal se convierte en una experiencia integral.
En su amplio parque se encuentran repartidas instalaciones artísticas únicas y nuevos edificios alrededor del emblemático gigante. Entre ellos su nube de brillantes cristales del dúo de diseñadores CAO PERROT, compuesta por más de 800.000 cristales colocados a mano, que siempre ofrece a los visitantes nuevas perspectivas, según el tiempo, la hora del día y el ciclo de la naturaleza.
Un lugar muy especial es su cámara de las maravillas natural, una excavación romana que se encontró durante las obras de reforma en donde se descubrieron los restos de muros de edificios de la época romana que datan del siglo III d. C., incluido un tesoro de monedas de considerable valor histórico, que volvió a salir a la superficie tras casi dos milenios.

© Swarovski Kristalwelten
Diversión para todos
También en el exterior se encuentra la colaboración con el galardonado artista y diseñador español Jaime Hayon, un tiovivo abierto a todos los visitantes de los Mundos de Cristal Swarovski en Wattens.
En blanco y negro, reinterpretando el clásico tiovivo, conservando su toque nostálgico y con 15 millones de cristales de Swarovski, el carrousel contrasta con el exuberante verde del paisaje ajardinado del espacio. El diseño monocromático brilla con sus cristales en 12 paneles repartidos por el techo y 16 en la pared creando una atmósfera de ensueño con la cálida luz de la iluminación. Las tradiciones y los cuentos de hadas le inspiraron para crear las figuras de fantasía en las que los invitados se sientan.

Carrousel de Jaime Hayon © Swarovski Kristalwelten
Gastronomía de altura
En su interior también se encuentra un restaurante y una cafetería en donde Daniels Kristallwelten, distinguido por la guía GaultMillau, ofrece una gastronomía internacional, regional y, sobre todo, de temporada con su propia repostería que remata la experiencia desde el punto de vista gastronómico. Lo más especial de este lugar es que en este pabellón brillante e inundado de luz, tienes la sensación de estar sentado en el jardín del gigante.
Además, este espacio museístico está pensado para todas las edades contando con una la torre de juegos de varias plantas en el exterior, que les invita a trepar y saltar, y un gran parque de aventuras para que los más pequeños disfruten descubriendo las maravillas mágicas de este museo por dentro y por fuera.