Promocionado por Turismo de Asturias

Oscos-Eo, la comarca asturiana donde vivir un verano único

Disfrutar de las agradables temperaturas en el verano de la 'tierrina' es todo un planazo.

En Asturias por norma general se disfruta de unos diez grados menos que en el resto de España. Así dicho puede parecer poco importante, pero, en realidad, eso significa que en verano se puede dormir de forma confortable por las noches, no se depende del aire acondicionado, no se desfallece a las doce del mediodía, ni se suda a cada paso. En definitiva, significa disfrutar de unas merecidas vacaciones. 

 

Puestos a seleccionar destino en el mapa de ‘la tierrina',  la Comarca de Oscos–Eo es un paraíso dentro del paraíso verde asturiano. Un verdadero viaje en el tiempo, al encuentro de cómo era la vida hace siglos, pero con las comodidades actuales. Desde el mar a la montaña, un turismo sostenible y, sobre todo, muy refrescante

 

Reserva de la Biosfera, la Comarca de Oscos–Eo está formada por los siete municipios de Castropol, Vegadeo, San Tirso de Abres, Taramundi, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y San Martín de Oscos. Un universo abierto a las sensaciones: los golpes de los martillos sobre el yunque, el calor de la fragua, la sonoridad del agua corriendo libre, el frescor del musgo en la pizarra y en los densos bosques, la calidez de la masa del pan en el horno de leña, el sube y baja del telar marcando el camino al hilo, la caricia de unos visillos en la ventana, la aventura de los caminos y de las cascadas y el secreto de las ermitas.

 
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12Mazo de Meredo - Mazo de Suarón Vegadeo

Foto: Pablo López

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Turismo con vitaminas y mucho hierro

La comarca de Oscos-Eo lleva en su ADN el calor de la fragua. Esta fue antaño tierra minera y de famosos herreros, y es que el lugar cumplía con todos los requisitos: los afluentes de los ríos Eo y Navia movían los molinos, la abundante madera de los bosques alimentaba los fuegos y el vecino puerto de Ribadeo facilitaba la labor de comercialización por mar. Las navajas de Taramundi son el producto más famoso, pero de aquí salieron desde cazos y sartenes a herraduras y arados para toda España. Ahora, la región ha recuperado toda esa historia bajo la forma de ferrerías, mazos y fraguas que valen como testimonio. El Mazo de Meredo, también conocido como Mazo de Suarón, es algo así como el Empire State de los mazos. Se trata de un bello conjunto etnográfico enclavado en un área recreativa que permite conocer la tradición de los ingenios de agua como fuente de energía. La belleza del entorno es como para no dejar de llenar Instagram con fotos.

 
Hotel La Rectoral-foto de la web hotel

Foto: Hotel La Rectoral

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Pioneros en el turismo rural

Entre pizarras, riachuelos y frondosa vegetación, este es el paisaje perfecto para imaginar historias legendarias. Es una delicia poder callejear y captar todos los detalles y rincones singulares. Como antaño, también ahora Taramundi es el epicentro de la región, sólo que la industria del hierro ha dado paso a la más actual del turismo. Precisamente, el hotel La Rectoral se convirtió en 1986 en el germen de lo que tiempo después se conoce como turismo rural. Treinta y tres años después, sigue siendo uno de los destinos favoritos para disfrutar de la naturaleza y del descanso más slow. Y, por supuesto, este es destino para los amantes a la buena gastronomía, con platos que combinan sabores asturianos y gallegos, que por algo esta es tierra fronteriza en la que ya se asoma Galicia.

12Os Teixois Taramundi

Foto: Juanjo Arrojo

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UNA ARQUITECTURA QUE HACE MUCHO TILÍN

Ni lo de la sostenibilidad ni la integración paisajística son inventos de ahora. Basta darse un paseo por la comarca de Oscos-Eo para darse cuenta de ello: la piedra, la pizarra negra y la madera son los materiales básicos de la arquitectura popular perfectamente adaptada al medio. No obstante, esa estrecha comunión con la naturaleza le valió el reconocimiento como Reserva de la Biosfera. Destacan los pueblos, los hórreos de todos los tamaños, los cobertizos, las paneras, los palomares y cortines, en cuyo interior se sitúan las colmenas para protegerlas  de los osos. Para conocer un poco mejor hay que pasarse por Martul (Villanueva de Oscos), donde se encuentra el Refugio de la Arquitectura Desnuda de Félix Gordillo, el arquitecto responsable de la mayoría de proyectos de rehabilitación de los edificios que hoy protagonizan el desarrollo del turismo rural de la zona. El centro ocupa una antigua casona de labranza del siglo XVII y se puede conocer concertando visita previamente. 

 
10Sualleiro SantaEulaliaOscos

Foto: Tatiana Castañón

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UNA COLECCIÓN DE “PUEBLINES” EJEMPLARES

El desarrollo de esta especial arquitectura de los sentidos llevó llevó a Oscos-Eo a ser reconocida colectivamente con el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2016. La lista es larga y hay pueblos como Os Teixóis (en la imagen), que es en sí mismo un museo vivo con su sorprendente conjunto etnográfico. Más pueblos, As Veigas, rodeado de valles y frondosos bosques, Ferreira, donde también hay actividades acuáticas en verano, Pumares, Quintá o Busqueimado. Entre los pueblos que visitar también está Bres, donde aún se puede comprar en una auténtica tienda-bar como las de antes. Si se llega a Piantón o Paramios no estará de más. En San Martín de Oscos, con su puente de piedra sobre el río y un viejo molino en ruinas, destaca la iglesia iglesia parroquial. Y ya tocando el mar, está Figueras, un puerto de gran belleza donde disfrutar de tranquilos paseos por su casco histórico y hacer travesías fluviales por el Eo, donde aún se puede ver el espectáculo único de las bateas de ostras.

 
11Conjunto etnog Mazonovo SantaEulaliaOscos

Foto: Turismo Asturias

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Lo etnográfico es bello

Que nadie piense que lo de la industria del hierro es cosa del pasado. La comarca ha sabido volcarse en el mantenimiento del oficio del herrero antes de dejar perder en la niebla del olvido una tradición que la marcó desde un inicio. Ahí está el Conjunto Etnográfico de Manzonovo, donde aún hay en funcionamiento una herrería recuperada por el 'ferrero' austriaco Fritz Bramsteidl, que sigue aprovechando la caída del agua para alimentar el mazo igual que en el siglo XVIII. Más tradiciones conservadas, en el Museo de la Casa Campesina, en San Martín de Oscos, donde se puede conocer actividades esenciales de la comarca hasta mediados del siglo XX como el telar, la carpintería y los hornos de pan… Por su parte, en el Museo Etnográfico de Esquíos, gracias a la labor de Martín y Demelza, se pueden ver cerca de un millar de objetos y piezas antiguas usados tiempos atrás por las gentes de estas tierras. Y no podía faltar el agua, tan importante en la vida de Oscos-Eo. Para conocer la importancia de la fuerza motriz que movió a toda la comarca hay que ir hasta el pueblo de Bres, donde se encuentra la Casa del Agua.

Navajas de Taramundi. Un máster en artesanía

Foto: Turismo Asturias

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Un máster en artesanía

Además en Bres, hay un Centro de Artesanía donde poder conocer todos los secretos del telar de la mano de Inés y los del cuero con Fernando. El propio centro es un espacio muy acogedor que late con la sabiduría de otros tiempo y otros modos más calmados. Por su parte, Santa Eulalia de Oscos saca también músculo artesanal con los bellos oficios del barro, el azabache y el telar. Pero, sin duda, es Taramundi, con su conocida tradición de las navajas, el epicentro de la artesanía de la comarca. Imprescindible pasar por el Museo de la cuchillería y del Telar. La empresa Artesanamente tiene multitud de actividades para conocer la artesanía. Por ejemplo, se puede visitar la Casa Museo Natal del Marqués de Sargadelos, el famoso fundador de la no menos famosa cerámica. De vuelta a casa, habrá que dejar sitio en la maleta para todos los productos artesanales: desde mermeladas a pan, pasando por miel, quesos, o incluso bufandas, colchas o jerséis.

11Cascada a Seimeira SantaEulaliaOscos

Foto: Pablo López

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Refrescarse en vertical

Evidentemente, los baños en la comarca también pueden ser en horizontal, que por supuesto hay playas y piscinas fluviales como para parar un tren, pero tal vez tenga más gracia refrescarse en una cascada (o seimeira, tal como se las conoce en la zona). Al menos tienen más mitología que una piscina normal, pues las cascadas asturianas suelen ser punto de encuentro de xanas y trasgos, entre otras criaturas legendarias. La ubicación de la mayoría de estas cascadas obliga a caminar, pero eso forma parte de la aventura. Ahí está, por ejemplo, la Ruta de la Seimeira. Son casi nueve kilómetros circulares, pero fáciles, y el premio es tan soberbio como se puede ver en la imagen. Además también está la ruta del Forcón de los Ríos o la de “Os Cortíos”, de algo más de 13 kilómetros. Y sin duda, una de las más famosas es la cascada del Cioyo, a la que se llega desde Piantón, en Castropol.

 
8Ruta del Silencio VillanuevaOscos

Foto: Pablo López

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Verde que te paseo verde

Aquí se viene a caminar. Y es que entre bosques, valles y afluentes del Eo y puentes de piedra, esta Reserva de la Biosfera es un verdadero paraíso para senderistas y ciclistas que encuentran en el clima suave a un verdadero aliado. Una de las rutas más conocidas es el itinerario de Las Minas, que inicia en el cruce de la Iglesia de San Salvador, en Tol (ruta circular de baja intensidad). En cambio, por San Martín de Oscos transcurre la senda verde, en la que disfrutar del robledal autóctono y de magníficas vistas de la villa, además de bellos testimonios de arquitectura tradicional. Sin embargo, una de las rutas más populares es la del Ferrocarril, que discurre por el antiguo trazado del ferrocarril minero Villaodriz-Ribadeo, paralelo al río y comunicaba a pasajeros y mercancías desde la costa al interior. Se transita por los  puentes, túneles y centrales eléctricas que aún se conservan.

 
1Ecomuseo del Pan VillanuevaOscos

Foto: Turismo Asturias

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Un museo con mucha miga

Este museo es como una pinacoteca, sólo que en lugar de lienzos hay panes. En Villanueva de Oscos se puede visitar el Ecomuseo del Pan, donde se muestra el ciclo completo de la elaboración del pan: de la tierra a la era, de la era al hórreo y del hórreo a la mesa. La experiencia es muy didáctica para familias viajeras. Además, ya que se está en la villa, hay que aprovechar para visitar el monasterio e iglesia románica de Santa María, declarada Bien de Interés Cultural. El monasterio se convierte en escenario de un Vía Crucis para Semana Santa. Sólo es visitable la capilla, que alberga los restos funerarios de Juan Álvarez Osorio, uno de los mayores benefactores del Monasterio, el patio interior y el aula de interpretación.

 
2Playa de Penarronda Castropol

Foto: Alfonso Suárez

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Playas con vistas a la montaña

Los Oscos forman parte de la Reserva de la Biosfera del Río Eo, Oscos y Terras de Burón, la única de las siete reservas asturianas que tiene parte de su territorio junto a la costa. Por eso aquello de mar o montaña para las vacaciones aquí se convierte en una suma y no en una disyuntiva. ¿Por qué conformarse con sólo una cosa si se puede tener todo? Oscos- Eo se encuentra a sólo 35 minutos de algunas de las mejores playas de Asturias entre las que destacan los arenales espectaculares de Penarronda y de Arnao, en Castropol o el de Mexota en Tapia de Casariego.

 
iStock-621897910. Amor a primera panorámica

Foto: iStock

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Amor a primera panorámica

Precisamente, de Castropol cualquiera reconoce su belleza en un primer vistazo. Luce señorial, coronada por la iglesia de Santiago Apóstol, y ocupando el promontorio sobre la ría de Eo, donde antiguamente hubo un asentamiento prerromano. A su belleza, hay que añadir que es uno de los mejores lugares de Asturias para darse un festejo de ostras, pescado y marisco. Declarada Bien de Interés Cultural, destacan sus casas de fachada blanca, sus palacios blasonados y su arquitectura religiosa. En cada rincón se respira la tradición marinera. De hecho, la ría es perfecta para cualquier deporte náutico. Asimismo, como la ría del Eo pertenece a la Reserva de la Biosfera, es un verdadero paraíso para la observación de aves.