Llega el otoño, los días se acortan y se hacen más frescos, el paisaje se tiñe de tonos ocres, dorados, rojos y naranjas y los atardeceres tienen una luz muy especial. Si hay un territorio donde vivir este momento intensamente es Navarra, ya que este momento del año es seguramente cuando el paisaje está en su momento más espectacular. Perderse por sus bosques, conocer pueblos bonitos y sus historias, probar las delicias de temporada, como las setas, las pochas y los pimientos y, en definitiva, deleitarse con la magia de esta estación en un entorno rural marcado por la naturaleza. Un fantástico plan al que hay que sumarle un plus: visitar estos rincones en modo slow, conociendo sus pueblos, conversando con sus habitantes y disfrutando de su artesanía. Decenas de estímulos con muy pocas emisiones. ¿Quién da más?