DOS PARQUES NACIONALES
Se trata del Parque Nacional de Cabañeros, a caballo entre Toledo y Ciudad Real, y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real. El primero, conocido como el ‘Serengueti español’ en alusión al legendario parque nacional tanzano, alberga uno de los mejores bosques mediterráneos del país, junto a especies tan emblemáticas como el águila real y el lince ibérico, además de buitres, ciervos, corzos o jabalíes. En el corazón de este tesoro medioambiental se encuentra la senda que conduce al arroyo y la cascada del Chorro y el famoso pico Rocigalgo, el más alto de los Montes de Toledo.
Por su parte, las Tablas de Daimiel son un paraíso para los amantes del turismo ornitológico y de la observación de flora y fauna. No en vano sus tablas fluviales, declaradas Reserva de la Biosfera, son el máximo exponente de los humedales manchegos. Así, tanto la primera opción como la segunda son ideales para realizar rutas a pie, hacer senderismo, travesías en 4x4 y contemplar la belleza natural del entorno.

©Turismo Castilla-La Mancha | David Blázquez
Áreas de gran interés natural
Por otro lado, en Castilla-La Mancha se puede explorar siete sorprendentes parques naturales en los que descubrir hasta quince lagunas concatenadas en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, increíbles hoces y cañones en el Parque Natural del Alto Tajo o el hayedo más al sur de Europa, el Tejera Negra, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
También se puede recorrer la riqueza geológica del Parque Natural del Barranco del Río Dulce; los espectaculares bosques de ribera donde nace el río Cuervo, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca; las dehesas, hogar de águilas y buitres en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Así como descubrir la imponente cascada del nacimiento del río Mundo, en el Parque Natural de dos Calares del Río Mundo y de la Sima o los bosques de la Sierra de San Vicente, en Toledo.

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El parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona
Este parque de árboles milenarios que es el hogar de más de 160 especies de aves es uno de los parques más hermosos y desconocidos de la península. Su geografía cambia según el lugar en el que uno se encuentre: por un lado, está el Valle de Alcudia, en el que se extiende un mar de encinas y pastizales; por otro, la Sierra Madrona, determinada por un paisaje de relieve quebrado.
En este entorno natural conviven el lince ibérico, el lobo, el águila imperial ibérica y la cabra ibérica, desplegándose por un paisaje por el que también serpentean los ríos Guadiana y Guadalquivir. Algunas visitas interesantes que hacer en el parque son el roble llamado "El Abuelo", la famosa cascada de La Batanera o las fascinantes pinturas rupestres de Fuentecaliente.

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Las majadas del Parque Natural de la Serranía de Cuenca
Este parque natural situado en el área noroeste de la provincia es un espacio protegido por su extraordinaria y diversa flora y fauna, por sus bosques de pinos y su particular geología. El relieve de la Serranía de Cuenca está dominado por altas parameras o “muelas” en las que se perciben los efectos del modelado kárstico, que ha formado tormagales o ciudades encantadas.
Un perfecto ejemplo de esta particular geografía se puede observar en Los Callejones de Las Majadas, donde la erosión de las rocas calizas ha modelado el paisaje dotándolo de las curiosas estructuras pétreas que lo conforman. Otro ejemplo similar es la conocida Ciudad Encantada.

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Parque Natural los Calares del Río Mundo y de la Sima
El Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima es conocido por su riqueza botánica, una característica que, unida a su paisaje kárstico, lo dota de una diversidad única. En este entorno colmado de pinos, tejos, encinas, arces y fresnos crecen más de 1300 especies de flores y 174 especies de vertebrados, entre ellos 156 especies protegidas.
El parque consta de cinco áreas diferenciadas: el Calar del Mundo, la plataforma amesetada en la que nace el río Mundo; el Calar de la Sima, donde se encuentra el pico más alto, el Mentiras, de 1897 metros de altura; el Valle del río Tus, donde hay un cañón de 4 kilómetros de longitud; el Río de la Vega, situado en el valle más extenso de la zona norte; y la Sierra del Cujón, por donde pasa el arroyo de la Celada.
En esta área también se puede visitarla cercana localidad de Yeste, un lugar marcado por la huella de la historia y por la riqueza de su arqueología.

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La sierra de San Vicente
Ubicada en la zona noroccidental de Toledo, la Sierra de San Vicente es un espacio natural privilegiado enmarcado por el valle del río Tiétar, al norte, y el valle del río Tajo, al sur. Partiendo del municipio de El Real de San Vicente, se pueden realizar decenas de rutas y paseos para descubrir tanto el entorno como su historia y valor patrimonial.
Desde las ruinas del Castillo de Bayuela, situado en uno de los puntos más altos del territorio, se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas al valle del Tajo. Otro lugar en el que contemplar una de las mejores panorámicas son las ruinas del Castillo de San Vicente, ubicado a unos diez kilómetros del anterior.

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