Promocionado por Endesa

Mallorca e Ibiza en coche eléctrico

La red de recarga de Endesa es una iniciativa pionera en España que permite recorrer Mallorca e Ibiza de la forma más sostenible.

 

Hace tiempo que las Islas Baleares han dejado atrás la etiqueta de destino playero para convertirse en toda una inspiración para el turismo más sostenible. Llevan, como buenos isleños, la conciencia medioambiental en la sangre. Se nota en el buen hacer, en los nuevos proyectos con el prefijo ‘eco’ y en iniciativas pioneras como la de Endesa que recogen el testigo de los primeros hippies que llegaron a las islas. Eso sí, los tiempos cambian y los hippies de hoy en día saben que es más eficiente un coche 100 % eléctrico que una furgoneta 'retro'. 

 

 
1 /13
Mapa-Mallorca. Mallorca, la pionera

1 / 13

Mallorca, la pionera

La movilidad eléctrica en Mallorca e Ibiza es posible gracias la red de Endesa, disponible en la aplicación Juice Pass, y a sus puntos de carga rápida con los que circular con total autonomía. El proyecto se inició en Mallorca en 2016 con la instalación de seis puntos de recarga. Luego le llegó el turno a Ibiza, donde gracias a cinco cargadores es posible circular sin gastar una sola gota de combustible. Además, para esta extensión de la red Endesa se ha buscado a la firma Smart como aliada; así, los coches Smart EQ pueden cargar sin coste. 

Mapa-IbizaEndesa. Ibiza en voga

2 / 13

Ibiza en boga

Los puntos de recarga, que también han llegado a Ibiza, permiten cargar el 80% de la batería en menos de 30 minutos e incorporan todos los conectores del mercado. Además, la app, disponible para iOS y Android, es una gran ayuda en la planificación de las rutas y el control del consumo. Como novedad, los operadores de rent a car con vehículos vehículos ‘eco’ en su flota podrán ofrecer este servicio a sus clientes. Sí, ahora disfrutar de lo mejor de ambas islas es una experiencia ‘cero emisiones’. Y así es como se disfruta de todos sus encantos. 

Palma de Mallorca

Foto: iStock

3 / 13

La cultura más vibrante

Palma de Mallorca antes era lugar de paso, pero ahora cada vez suceden más cosas en la capital. Junto a la comercial calle Sindicato abren negocios interesantes, hay barberías singulares, cafeterías donde pasar la tarde, restaurantes que le han dado una vuelta a la gastronomía de la isla, arte, mucho arte, galerías y museos, tiendas y hoteles boutique. Y por supuesto, están las playas, pero eso casi que ya es lo de menos. 

Punto de recarga Endesa en Palma de Mallorca: Central Térmica de Ciclo Combinado de Ca's Tresorer, en Camí Fondo s/n

puerto de Andratx

Foto: iStock

4 / 13

Los horizontes marinos

Palmanova es la base perfecta para aventurarse por el este de la isla. A menos de 20 minutos se encuentra el Puerto de Andratx, un pequeño universo de calas de aguas transparentes que dan lo mejor del Mediterráneo en la tríada de Cala Moragues, Cala D’Egos y Cala LLamp. Al caer el sol, este puerto natural gana en belleza y el ambiente se anima. La oferta gastro es como para pecar gustosamente. 

Punto de recarga más próximo a Puerto de Andratx: En Palmanova, estación de Servicio, en la Ctra. Andratx km. 12-12,4

Pollença

Foto: iStock

5 / 13

Los pueblecitos con encanto

Lejos, muy lejos, de las rutas más turísticas, aparecen pueblos con un especial toque, como puede ser Pollença, en plena sierra de Tramuntana. Sus 365 peldaños para subir al Calvario sorprenden a cualquiera. Muy cerca, se puede experimentar la auténtica vida mallorquina en pueblos como Ullaró, además de saborear el aceite que se hace a modo tradicional en estas tierras. En esta parte de la isla, el tiempo avanza lento, los naranjos ponen el toque de color y las sábanas blancas se dejan secar en los balcones. Una delicia.

Punto de recarga más próximo a Pollença: En Ullaró, estación de Servicio en la Ctra. Palma - Alcúdia (MA-13) km. 38,4

Playa Santanyi

Foto: iStock

6 / 13

Al rico chapuzón

Las distancias no son nunca excesivas en Mallorca y con la red de puntos de recarga rápida la autonomía con un vehículo 100 % eléctrico está completamente asegurada. Así, es posible ir desde los pueblos agrícolas del sur de la isla a algunas de las playas más bellas de Baleares. ¿Interior o mar? Pues para que quedarse con solo una cosa. Una de las playas más bellas de Mallorca es la cala Santanyí. En el municipio hay muchas más donde escoger. Un plan genial es pasar una mañana playera y luego desplazarse hacia el interior, más fresquito, y por qué no, disfrutar de un buen picnic rural con queso Piris y sobrasada en Campos.

Punto de recarga más próximo a Playa Santanyí: en Campos, en la estación de Servicio. de Camí de Ciutat Vell s/n

Sóller

Foto: iStock

7 / 13

Sorpresas de la Tramuntana

Aparece entre el mar y la montaña, como un pequeño secreto pero con el espíritu de una gran metrópoli, y es que los habitantes de Sóller están habituados desde antiguo a romper su aislamiento allende los mares, hasta los puertos de Francia. De aquellos viajes comerciales, trajeron el gusto por el arte y la arquitectura Modernista. A Sóller llega un tren de madera desde Palma de Mallorca que es una auténtica aventura, pero lo mejor es su histórico tranvía eléctrico que conecta con el puerto del municipio. ¡La movilidad eléctrica es la mejor!

Punto de recarga en Sóller: Estación de Servicio en la Ctra. de Desviament 30

Coves del Drac

Foto: iStock

8 / 13

Hasta debajo de tierra

Si Julio Verne las hubiera conocido habría tenido la inspiración más fácil a la hora de escribir Viaje al centro de la Tierra. Eso seguro. Las cuevas del Drach se ubican en Portocristo, a sólo 65 kilómetros de Palma de Mallorca. Es una de las atracciones más populares de Mallorca. A los más pequeños les encanta por lo que tiene de aventura fabulosa. Una fantasía de estalactitas y estalagmitas, pilares, huecos iluminados y un gran lago en el que se puede navegar con barquitas mientras suena Chopin. En Mallorca hay muchas más cuevas, casi como si estuviera hueca. 

Punto de recarga más próximo a las Coves del Drac: en Manacor, en la estación de Servicio Vía Palma nº 87

 

Ibiza

Foto: iStock

9 / 13

El romanticismo al modo mediterráneo

Es decir Ibiza y venirse a la mente los cierres más fastuosos de las grandes discotecas. Eso es inevitable, pero cuando se mira con detalle, la ciudad de Ibiza sorprende positivamente. En su inconfundible skyline playero, destaca Dalt Vila, ese rinconcito pausado y laberíntico de cal y piedra y adoquines, donde no faltan las buganvillas para dar color, y donde tanto se va a pasear como a mirar como a comerse un bullit de peix en un mesón tradicional.

Punto de recarga en Ibiza: Alcalde Bartolomeu Rosello, 2 - Vía Rondo Ibiza, Paseo Marítimo, s/n

Santa Eulalia del Rio

Foto: iStock

10 / 13

La belleza de lo blanco

Hasta Santa Eulária no llegan los ecos de los altavoces de Amnesia o Ushuaia. Este pueblecito con nombre de santoral representa lo mejor del neohippismo de Ibiza. El blanco es un estandarte y el relax un credo. El día más concurrido es el miércoles, que es día de mercadillo. El licor de hierbas más famoso de la isla está aquí, en Ca n’Anneta (Bar Anita), toda una institución. Muy cerca esta Cala Nova, donde hay chiringuitos chic con vistas a la illa des Canar.

Punto de recarga en Santa Eulária des Riu: PM-810, 2, Santa Eulária des Riu

Santa Gertrudis

Foto: iStock

11 / 13

El interior es 'slow'

Con los puntos de recarga rápida de Endesa no hay problema de aventurarse por las carreteras secundarias del interior de la isla, dejar atrás paisajes de colinas montañosas y campo y llegar al corazón geográfico de Ibiza, a la encantadora (y blanca) Santa Gertrudis de Fruitera, por ejemplo. Es la versión más slow del turismo ibicenco. De calles anchas, tiendecitas, casas bajas y locales singulares como el Bar Costa, donde probar llonguets surrealistas. Vale la pena darse una vuelta por la iglesia encalada, con cierto aire de escenario de película mexicana.

Punto de recarga más próximo a Santa Gertrudis: Sant Rafael de Sa Creu, en Av. des Llauradors, 19 

 

pueblo de Sant Joan de Labritja

Foto: iStock

12 / 13

Y unos toques de color siempre a punto

Este es uno de los pueblos más coquetos de Ibiza. Concentra todos los exponentes de la belleza rural de las Pitiusas. Tiene un núcleo urbano antiguo, sorprendentemente muy diferente a lo que se estila en el resto de la isla, con casas encaladas unas tras otras. Los vecinos parecen entrar en competición por ver quién tiene mejor gusto floral. Hay algunos bares y cafeterías, además de unos pocos comercios, como el estanco con más solera de la isla. Todo muy de pueblo, pero en el buen sentido de la palabra.  Los domingos en Sant Joan de Labritja, el mercadillo convierte el pueblo en un hervidero de vitalidad ibicenca entre productos artesanales y ecológicos. Muy cerca está Caló d'en Serra para darse un remojón de lujo.

Punto de recarga más próximo a Sant Joan de Labritja: en Restaurante Can Curune, Diseminado S Llosia Dalr, 3

Cala D'hort

Foto: iStock

13 / 13

Esos atardeceres...

De entre las mejores playas de Ibiza, ésta es la más mística. Será por la imponente silueta del islote Es Vedrà, será por los increíbles atardeceres o será porque desde antaño los marineros creían que estos mares estaban habitados por sirenas, pero la realidad es que esta playa de gravas transmite cierto magnetismo solo pisarla. Lo mejor es sentarse al caer la tarde en uno de sus chiringuitos con vistas y sentir las vibraciones del lugar: eso es Ibiza.

Punto de recarga más próximo a Cala D'hort: Sant Antoni de Portmany, en Av. del Doctor Fleming, s/n.