Cuatro minutos, no cinco… Ese es el grado de puntualidad en Suiza. Otra cosa es que te subas al tren equivocado, que es lo que les sucede a Roger Federer y Trevor Noah, cómico y autor de best-sellers, en el nuevo vídeo para la campaña turística de 2023. El director, Tom Hooper, ganador de un Oscar por la película «El discurso del rey» en 2011, se queda en el andén, sin poder hacer nada salvo ver partir a sus dos protagonistas. Sin embargo, ambos, tenista y humorista, aceptan de buen gusto el equívoco en cuanto comienzan a disfrutar de los paisajes y del cómodo espacio del tren panorámico: en Suiza nunca te equivocas de tren, cualquiera puede ser el viaje de tu vida.
Son el lujo hecho ferrocarril, el paisaje convertido en espectáculo, la historia de casi un siglo recorriendo la geografía más accidentada de Suiza. El Gotthard Panorama Express, el Glacier Express y el Bernina Express lo tienen todo para seducir al viajero más exigente, desde aquel que busca cruzar montañas y valles hasta el que quiere domesticar el paisaje sin renunciar a ninguna comodidad.
El refinamiento clásico y deslumbrante de estos trenes no está reñido con las últimas tecnologías de entretenimiento a bordo, por lo que el viaje no se disfruta solo a través de las hipnóticas ventanas panorámicas, si no que, gracias a la conexión WiFi y a la Web App, es fácil orientarse durante el recorrido y ampliar la información sobre cada valle, cada túnel y cada puente cruzado.
Comprar un billete es muy sencillo. Se puede adquirir directamente a través de la web de SBB. Otra opción interesante es hacerse con el Swiss Travel Pass, un ticket todo incluido que permite viajar sin límites por Suiza. Después, solo hay que pagar una reserva para obtener una butaca a bordo. ¡La experiencia lo merece!

Foto: Suiza Turismo
Gotthard Panorama Express: Un viaje en tren (y en barco) por el corazón de Suiza
La expectación apenas contenida y el multiculturalismo de los pasajeros que esperan en el andén ya hacen presagiar que el Gotthard Panorama Express es un tren único. Algo que se comprueba cuando se sube a bordo, donde espera un modernísimo y confortable convoy de primera clase. Lo que llama la atención desde un primer momento son los enormes ventanales que, más adelante, se van a convertir en el centro de todas las miradas. Porque sí, este tren está diseñado para que el paisaje sea el protagonista.
Otra particularidad de este tren es que solo circula en primavera, verano y otoño. La razón es tan sencilla como fascinante: a mitad de camino, el ferrocarril se sustituye por un barco de estilo Belle Époque que navega majestuoso por el precioso Lago de los Cuatro Cantones, también conocido como Lago de Lucerna.
El trayecto a bordo de este tren es un viaje tanto en el espacio como en el tiempo. Se trata de una línea ferroviaria que ya era muy popular en el siglo XIX, tanto para los ciudadanos suizos como para los turistas extranjeros que llegaban para disfrutar de los paisajes alpinos. Por eso, el Gotthard Panorama Express mantiene muchas conexiones con su pasado.
El recorrido
Gotthard Panorama Express
Lugano
Es la ciudad más mediterránea de Suiza. Y eso que no tiene mar. Pero sí ribera, en concreto, un largo y majestuoso paseo que se extiende a orillas del Lago de Lugano.
Bellinzona
La capital del Ticino y primer alto del Gotthard Panorama Express es una urbe fascinante que destaca por tener tres castillos y una extensa muralla que son Patrimonio de la Humanidad.
Túnel de San Gotardo
La construcción del túnel de San Gotardo fue una obra faraónica, realizada bajo durísimas circunstancias durante diez años (1872-1882) de excavaciones manuales.
Flüelen
Marca el final del trayecto en tren. Apenas unos metros separan la estación de tren del muelle donde puntualmente atraca un barco de estilo Belle Epoque de la SBB con nombre de cantón.
Lucerna
Lucerna recibe al viajero con su emblema contemporáneo, el auditorio KKL, como muelle de bienvenida. Al bajar del barco y contemplar su rivera se multiplica la sensación de haber viajado en el tiempo.

Foto: Suiza Turismo
Glacier Express: La forma más espectacular de recorrer los Alpes Suizos
El trazado del Glacier Express cruza el país por donde nadie se lo espera, por su confín más montañoso. Creado en 1930, ostenta orgulloso el sobrenombre de Expreso más lento del mundo. Y es que a bordo no importa la velocidad, sino el recorrido. Ocho horas de recorrido que son una mezcla perfecta entre paisaje, pericia humana y espectacularidad. Sus vagones son la sublimación de la estética alpina de Suiza. Y, como no podía ser de otro modo, sus ventanas son impresionantes. Es difícil no caer en la tentación de perder la vista en las claraboyas del techo donde el cielo es el protagonista. La vista, aquí, es panorámica a más no poder.
En total, 291 kilómetros de vías que atraviesan hasta 91 túneles y 291 puentes. Algunas partes son de una belleza sublime, como la línea del Albula. Inaugurada en 1903, esta sección logra atravesar el paso gracias a una serie de túneles, giros helicoidales y viaductos con los que salva el desnivel. Es Patrimonio de la Humanidad desde 2008 junto a la línea del Bernina, siendo las únicas rutas ferroviarias en recibir este reconocimiento en todo el país.
El recorrido
Glacier Express
St. Morits
Este resort alpino combina el lujo de sus hoteles y tiendas con un entorno sobrecogedor en el que el lago homónimo acoge la salida del tren.
Chur
Es la primera parada del Glacier Express. La capital de los Grisones es una ciudad pequeña, con un visible pasado medieval y que ejerce de metrópolis de este cantón..
Oberalppass
Este paso se presagia gracias a la ausencia de árboles en el valle. Pero no es el único indicio. Y es que tras la ventana se va dibujando un paisaje idílico de prados frondosos, montañas poderosas, cabañas frágiles y vacas que pacen tranquilas. A más de 2000 metros de altitud todo es épico.
Zermatt
Tiene el mismo poder deslumbrante de St. Moritz, el inicio del recorrido. Visitar Zermatt es mucho más que ir de hotel en hotel, de restaurante en restaurante, de tienda en tienda. Es descubrir una pequeña ciudad donde todo es alpinismo.

Foto: Suiza Turismo
Bernina Express: Un viaje en el único tren de Suiza que es Patrimonio de la Humanidad
Han pasado más de cien años desde que los vagones de la línea Albula-Bernina surcaran por primera vez las montañas más abruptas e imponentes del cantón de los Grisones. Y, pese a que ya son varias las generaciones que han disfrutado de estas vías imposibles, el trayecto sigue impresionando. El Bernina Express es el único tren panorámico y turístico que recorre al completo esta histórica línea, declarada Patrimonio de la Humanidad en la 32 sesión del comité de la UNESCO por ser ejemplo de pericia constructiva y técnica, además de por ser modelo para otras líneas férreas respetuosas de la naturaleza. De hecho, toda la energía usada aquí proviene de centrales hidroeléctricas. Más sostenible, imposible.
Sea como fuere, la experiencia es toda una montaña rusa. O, mejor dicho, Suiza. Y es que si se observa la altimetría, la oscilación de altitud es tan vertiginosa que resulta casi un milagro. A esta asombrosa cifra de casi 4.000 metros de desnivel acumulado hay que añadirle un elemento que lo hace más épico: el Bernina Express no recurre a ningún tramo con riel de cremallera.
El recorrido
Bernina Express
Chur
El viaje comienza en una coqueta urbe que puede presumir de dos hitos: el ser la ciudad más antigua de Suiza, además de la capital del cantón de los Grisones, lo que la dota de un conjunto de museos muy interesante.
Paso Bernina
El paisaje tras cruzar el paso Bernina es un stendhalazo en toda regla. Tras las ventanas panorámicas se dibuja un indiscutible paraíso alpino formado por el glaciar Palü, el torrente Cavagliasch y el lago Palü. Todo ello bajo la protección de la cordillera del Bernina
Landwasser
Hay una especie de consenso por el que solo por cruzar este puente merecería la pena coger el Bernina Express. La realidad es que la experiencia no defrauda. Tras cruzar un poderoso torrente, el tren traza una leve curva desde donde se empiezan a vislumbrar los seis arcos de piedra de esta icónica construcción.
Brusio
Aunque el paso junto al espléndido lago Poschiavo podría parecer el highlight de la cuenca de este valle, la fascinación por la ingeniería vuelve a encandilar la retina de los viajeros.
Tirano
La llegada a Tirano, ya en Italia, tiene un cierto encanto fronterizo gracias a la vieja aduana de Campocologno, un edificio poderoso y en desuso que el tren deja a su izquierda. La estación de Tirano recibe al viajero con unos carteles que indican dónde se toma el autobús panorámico que conduce hasta Lugano en los meses de verano. El resto del año, esta coqueta localidad es ideal para dar un paseo, disfrutar de la gastronomía alpina y volver a subir al Bernina Express.