Solsona es la capital de la comarca del Solsonès, a ella le da nombre y de ella recibe toda su esencia. Hay que pasar a la fuerza por la ciudad, descubrirla a ritmo pausado, porque aún mantiene uno de sus principales atractivos: la calma que cautivó al poeta Josep M. de Sagarra y también la riqueza de un patrimonio histórico que se remonta a la fecha de su fundación, allá por el S. X. La muralla que la protegía entonces hoy es visible en algunos pequeños fragmentos que se integran en el entramado del casco antiguo y en los tres portales que le dan acceso a sus calles estrechas y adoquinadas, plazas recoletas, casas de sillares y sorprendentes vigas… todo acompañado por el rítmico sonido del agua de sus fuentes. Aguardan sorprendentes tradiciones, mucha cultura y una gastronomía como para chuparse los dedos.