Los Pirineos centrales desde una joya románica
En el Haute-Garonne aguarda la histórica villa de Saint-Bertrand-de-Comminges. Situada a los pies de los Pirineos, es una de las paradas obligadas del Camino de Santiago, con su catedral de Santa María y la cercana basílica románica de Saint-Just-de-Valcabrère. Ambas son patrimonio de la humanidad. Se puede visitar el Museo Arqueológico Departamental donde descubrir que aquí estuvo en su día la ciudad galorromana de Lugdunum-Convenae. Muy recomendable también la visita al antiguo convento de los Olivetanos, del siglo XIX, reconvertido en centro cultural y turístico. Alberga dos salas de exposiciones, una librería y una oficina de turismo donde se proponen visitas guiadas.
Haute-Garonne
Recorrer el GR-861 o Vía Garona
De entre los numerosos caminos jacobeos que serpentean por este departamento, destaca la Vía Garona. Son 170 km de Toulouse a Saint-Bertrand-de-Comminges, bordeando el eje natural del río Garona. Pasa por lugares y ciudades históricas como Muret, Rieux-Volvestre, la abadía de Bonnefont, la ciudad de la loza de Martres-Tolosane o Saint Gaudens. Más información aquí.
Los Pirineos posibilitan un sinfín de actividades: senderismo, BTT, rafting, parapente, paseos en globo o incluso espeleología en el macizo de Arbas, en pleno Comminges, que alberga una de las mayores redes de espeleología de Francia, con 116 kilómetros de galerías subterráneas. También se puede subir a los puertos de montaña (cols) que han hecho famosos los ciclistas escaladores del Tour de Francia. Pero si se prefiere algo más tranquilo, es posible recorrer los márgenes del canal del Midi a pie o en bicicleta o incluso en tranquilos barcos que no necesitan permiso para ir pasando esclusas lentamente. Se pueden alquilar en Port Lauragais, situado en un área de servicio de la autopista, donde también hay el Comptoir del Lauragais, compendio de oficina de turismo, tienda de productos locales, zona expositiva…

Canal de Midi en Haute Garonne | Foto: Lez Broz
Haute-Garonne
¿Un cassoulet?
El Haute-Garonne es famoso por sus mercados gastronómicos y sus productos estrella: el pato y sus derivados, como el magret o el fuagrás; el cerdo negro de Bigorre; el cordero de los Pirineos o el ajo violeta de Cadours. Es obligado probar el plato más famoso; el cassoulet. Y no hay que dejar de acompañarlo con el vino de Fronton y su cepa única, la négrette.
Quienes quieran conocer todas las intimidades del canal del Midi pueden dirigirse a la presa de Saint-Ferréol, el verdadero reservorio de agua del canal, donde hay un museo y una magnífica zona de ocio apta para toda la familia. Otra opción es pasar las vacaciones en el cercano Lauragais, una zona de campo a medio camino de las ciudades de Carcassonne, Albi y Toulouse, donde destacan los campos de girasoles que le dan un cierto aire de Toscana a esta zona del suroeste de Occitania.

Cordes sur Ciel Tarn | Foto: Loïc Lagarde
El Tarn y sus pueblos medievales
En todo este territorio lleno de viñedos, espacios naturales y multitud de circuitos de senderismo y cicloturismo destacan los pueblos medievales, algunos de origen albigense, encaramados en las alturas. Este es el caso de Cordes-sur-Ciel, uno de los pueblos más bonitos de Francia. ¡Alcanzar las nubes y el cielo es posible en el Tarn!
Tarn
caminar por la pasarela de Mazamet
Un moderno puente tibetano de 140 metros de travesía a 70 de altura que une la parte alta de Mazamet con el pequeño pueblo medieval de Hautpoul y que ofrece vistas increíbles de la Montaña Negra.

Passerelle Mazamet | Foto: Luc Beziat
Llegar a este pueblo significa sumergirse plenamente en la Edad Media. En aquel tiempo llegó a tener cuatro murallas concéntricas que protegían el trazado de sus calles y plazas, alrededor de las cuales giraba el día a día, especialmente los días de mercado. Cordes-sur-Ciel fue durante muchos años la ciudad más fuerte de los albigenses.
Hoy es un pueblo lleno de encanto, donde el patrimonio (puertas fortificadas, fachadas góticas talladas, rincones sorprendentes, calles laberínticas), se da la mano con unas vistas excepcionales sobre la campiña tarnesa y unas tiendas encantadoras con artesanía y productos típicos de la zona. Sobresale el Museo del chocolate del famoso Yves Thuriès. En un céntrico palacete de Cordes, este artesano elegido dos veces “Mejor Obrero Chocolatero de Francia” creó su laboratorio, museo y tienda de delicatessen, donde se pueden comprar también los típicos crocants de Cordes.

Aperitivo y concierto en Abbaye St Michel Gaillac | Foto: Olivier Octobre
Un aperitivo-concierto: vino, viñas y música
El Tarn ofrece muchos atractivos, entre ellos su famoso vino. Esta es una región vitivinícola excepcional gracias al viñedo de Gaillac. Esta ciudad sobre el río Tarn es el epicentro de la denominación de origen Gaillac y tiene en el edificio histórico de la Abadía de Saint Michel la Maison des Vins de Gaillac, donde se pueden descubrir y catar todos los vinos que se producen en la región. Hay otra forma mucho más divertida de descubrir los vinos: los aperitivos concierto. Durante todo el verano los viticultores del gaillacois organizan en sus bodegas y viñedos conciertos. De esta forma se crean momentos muy agradables de convivencia y donde el visitante puede aprender del viticultor todo sobre sus vinos preguntándole directamente.