Amposta
Aunque se trate de una reconstrucción, pues el original fue bombardeado durante la Guerra Civil, el puente colgante de Amposta, el segundo puente colgante del mundo construido con el sistema de hormigón armado tras el de Brooklyn, es toda una sorpresa. Pero además de este icono urbano, Amposta es una excelente base para adentrarse en el Delta de l’Ebre: primero, visitando el Museu de les Terres de l’Ebre, ubicado en el que fuera antiguo matadero; y después, caminando y pedaleando para respirar aire puro y descubrir un paisaje único.
Rutas como la del camino centenario de Sirga, un bonito recorrido que empieza en la oficina de turismo y continúa paralelo al río Ebro hasta llegar a la zona de Migjorn en Sant Jaume d’Enveja. Además de otras opciones para auténticos devoradores de kilómetros, como el Camino de Santiago del Ebro, que se inicia en la desembocadura y remonta el curso del río hasta Logroño, donde enlaza con el Camino Francés. Es imprescindible igualmente visitar la laguna de l'Encanyissada, la más grande del Delta de l'Ebre, con una extensión de 1.192 ha y una gran biodiversidad. Lo más recomendable es comenzar este itinerario en la Casa de Fusta, a orillas de la laguna, una singular construcción de aire canadiense que funciona como centro interpretativo del lugar. Hay que dejar tiempo para la segunda laguna más grande del Delta, la Laguna de la Tancada, que estaba unida antes a la de l' Encanyissada, y en la que generalmente se pueden ver flamencos durante todo el año. En junio, Amposta acoge año tras año las fiestas tradicionales del arroz en el Mas de la Cuixota.