El saludable clima de montaña, un entorno limpio y descongestionado, aguas termales medicinales, amplia oferta de actividades y terapias naturales, rutas de senderismo asequibles, productos de proximidad… Todo este cóctel de alicientes hacen de la Val d’Aran un enclave ideal para los que buscan un turismo de puro bienestar para restablecerse, ponerse en forma o, simplemente, un espacio para la meditación y la relajación.