Verona lleva vibrando más de dos mil años a costa de uno de los legados romanos mejor conservados de Italia y con dos embajadores como Romeo y Julieta que la convirtieron en la ciudad del amor. Sin embargo, más allá de la ciudad histórica hay otra Verona que se despliega desde el singular barrio de Veronetta donde el arte, la naturaleza, la cultura y una vibrante escena cultural se dan cita.
Historia de dos Veronas
Primera piedra de lo que es hoy Verona, el barrio de Veronetta es la parte habitada más antigua de la ciudad, cuyo abundante legado cristiano así lo atestigua con una ruta sacra que no puede faltar en ningún carrete fotográfico. Las Iglesias de Santo Stefano y San Giovanni in Valle, de los Santos Siro y Libera, la de los Santos Nazaro y Celso o la Iglesia de San Tomaso Cantuariense (donde, por cierto, tocó Mozart el órgano en 1770) forman parte de ese recorrido menos conocido de la ciudad, adscritas a la iniciativa turística Verona Minor Hierusalem, fiel a ese carácter de ‘pequeña Jerusalén’ de la ciudad.
Toda una demostración de esta duplicidad veronesa donde una ofensa francesa sirvió para bautizar el barrio. Sería durante las guerras napoleónicas cuando la ciudad quedase partida en dos. Por un lado, el imperio austríaco en el margen izquierdo del río Adigio. Del otro, a la derecha, incluyendo la cittá antica, las tropas francesas que bautizaron despectivamente a la parte este de la ciudad como la Veronette.
Hoy, sin embargo, esa denostada Veronette se ha convertido en la brillante Veronetta, custodia de parte del legado romano de la ciudad —aquí están, por ejemplo, los restos del Teatro Romano, erigido en el siglo I a.C— y aquí ahora la música resuena durante todo el año. La escena cultural veronesa se extiende con un rumor del este que llena este milenario teatro con todo tipo de festivales. Por citar algunos, Verona Jazz, el Festival della Bellezza, el Rumors Festival o el Estate Teatrale Veronese hacen palpitar un recinto que hace ya dos milenios resonaba con las obras de Plauto o Terencio.

Museo Storia Naturale © F.Modica – www.VisitVerona.it
Historia viva
Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000, Verona es un museo viviente donde el arte y arqueología no dejan de darse la mano. Una dualidad idílica que permite, si de espacios museísticos se habla, fascinar al amante de la historia antigua con el Museo Arqueológico y su colección de vestigios romanos, y también al amante de lo natural. El Museo de Historia Natural, uno de los más completos de Italia, sorprende en contenido y también en continente, pues se enclava en el Palacio Lungadige Porta Vittoria, uno de los más bellos y espectaculares de la ciudad, donde las probabilidades de que el síndrome de Stendhal aparezca son altísimas.

Jardín Giusti © Riccardo Gasperoni – www.VisitVerona.it
Terciopelo (verde) y piedra
Encaramada sobre la Colle di San Pietro, epicentro de Veronetta, el barrio se desparrama sobre esta loma que ha servido de cimiento histórico para Verona. Cuajada de antiguos palacios nobiliarios, Veronetta es el escenario verde sobre el que descubrir algunos de estos tesoros en forma de jardín. El mejor ejemplo se encuentra en el Jardín Giusti, de deliciosa impronta renacentista y que es uno de los máximos exponentes de su género que, además, desde sus terrazas ofrece una de las panorámicas más demandadas de Verona al atardecer. Pero no está solo.
La ciudad ha puesto en marcha una iniciativa bautizada como Giardini Aperti donde los jardines privados de otros palacios de Veronetta se abren al público durante el mes de mayo. Una auténtica eclosión natural que convierte la ciudad en la escapada primaveral perfecta para, además, dejase atrapar por sus encantos históricos como la ruta de las Torricelle, siguiendo una senda verde a través de las antiguas murallas de Verona que se convierte en uno de los mejores paseos posibles, o poner a prueba las piernas para encaramarse hasta la imponente fortaleza de Castel San Pietro, erigida durante la ocupación austríaca, y que domina el skyline veronés en una panorámica imposible de olvidar. PD: también hay funicular, no teman.

Aperitivo con vista panorámica © F. Modica Archivio Comune di Verona www.VisitVerona.it
La Movida veronesa
Con una merecida fama de ciudad universitaria, Verona constata que hay un carácter joven y vibrante en barrios como Veronetta, con una abundante presencia de estudiantes —italianos y del resto del mundo—, que han convertido la margen izquierda del Adigio en la parte más animada de Verona. Pequeñas trattorias comparten calle con restaurantes de cocina étnica y alternativas de restaurantes vegetarianos, las osterias con los pubs, las coctelerías y cafés, galerías de arte… El boom de Veronetta se plasma en una vocación millenial que se empapa de multiculturalidad y donde el turista puede sentir de primera mano el vibrato de la ciudad al tempo allegretto vivace.
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