Vic se halla en el centro de una gran llanura de la comarca de Osona igual que ocupa una posición central en la cultura culinaria de Cataluña: geografía y gastronomía coinciden. Es más, se condicionan mutuamente. Y es que son las condiciones climáticas derivadas de la geografía las que, por ejemplo, dan a la longaniza de Vic su exclusivo sabor durante el proceso de maduración o posibilitan que la comarca sea territorio de un trufa negra muy apreciada en el mundo gourmet. A partir de ahí, la cocina tradicional y las propuestas más novedosas llenan Osona de buenos restaurantes. Muchos de ellos, son un destino turístico por sí mismos, o la perfecta excusa para pasearse por Vic y descubrir su carismática plaza o su catedral con los murales de Josep Maria Sert.