En Vitoria-Gasteiz por norma general se disfruta del patrimonio cultural y de los espacios verdes a partes iguales. De hecho, al pensar en la capital de Euskadi, el Casco Medieval no se concibe sin el Anillo Verde que abraza la ciudad y que le valió el premio a Capital Verde Europea ya en el año 2012. Siempre con ganas de más y con una catedral milenaria que acaparó la atención de Ken Follett, la ciudad alavesa ha sabido conjugar de manera armoniosa su pasado histórico con manifestaciones arquitectónicas de vanguardia. Conocer Vitoria-Gasteiz es dejarse empapar por su historia, perderse por sus bosques y deleitarse de una oferta enogastronómica que no deja indiferente.