Cataratas de sangre, Antártida
Conocidas como las cataratas de Sangre, por el color rojizo del agua, esta maravilla natural se ubica en la lengua del glaciar Taylor, en la Antártida. En un principio, las primeras teorías apuntaban a que su color se podía deber a las algas rojas, aunque pronto los geólogos encontraron una explicación más acertada. El agua procede de un antiguo lago salado que se encuentra enterrado bajo el glaciar. Debido a la ausencia de luz y de oxígeno, su concentración es algo mayor que el de otros lagos salados. Algunas de sus propiedades son el sulfato, cloruro y hierro, por lo que este último, al mezclarse con el oxígeno produce oxidación, una reacción química que se acelera debido a la presencia de sal y que otorga ese color rojizo al agua. Otros investigadores han añadido a la teoría la presencia de microbios, que podrían contribuir a intensificar su color.