La ciudad cueva de Eski-Kermen, ubicada en el suroeste de Crimea, es un claro ejemplo de arquitectura adaptativa. Los habitantes de estas cuevas, que se convirtieron en viviendas y fortalezas durante la Edad Media, supieron utilizar lo que la naturaleza les suministraba para crear algo útil y único. En la actualidad, uno puede visitar y recorrer todo el espacio. Eso sí, se necesitará un poco de esfuerzo físico para acceder a los caminos que ascienden desde el fondo del valle. Una vez en la cima, uno obtiene la mejor panorámica de Eski-Kermen. En el área se encuentran otras ciudades rupestres, como Chufut-Kale, Tepe-Kermen y Kyz-Kule.
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