Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
El Arco de las Peñitas es una ancestral formación rocosa dentro del Parque Rural de Betancuria. En Fuerteventura la llaman «la cabeza de elefante» por su silueta y «el Yosemite majorero» por el paisaje geológico que la rodea. La erosión y el viento la esculpieron en el macizo de Betancuria, donde aún se superponen los materiales que formaron la isla más antigua de Canarias, cuando afloraron del lecho marino hace 20 millones de años. Entre ellos, grandes bloques de sienitas, cuya dureza hace que la zona sea perfecta para la escalada.
Para visitar el Arco de las Peñitas hay que tomar la carretera de Ajuí a Betancuria y desviarse hacia Buen Paso, donde da inicio una ruta senderista de 3,5 km; Vega del Río Palmas es el acceso por el otro lado. En el camino surgen sorpresas, como un antiguo establo en una zona de palmeras en la que se han rodado películas. El palmeral es la antesala del Barranco de las Peñitas, que se recorre entre paredes verticales con oquedades donde anidan aves rapaces. También aparece la ermita encalada de Malpaso (siglo xv), que acogió a la Virgen de la Peña, patrona de la isla. Los senderos se unifican en un último tramo exigente, en el que es necesario trepar por las piedras hasta alcanzar el arco. La recompensa es contemplar su sorprendente figura y unas vistas que maravillan.