
Nació como una ciudad industrial en el siglo XIX, pero con el paso de los años se ha convertido en una ciudad de arte. En medio del bosque finlandés y de sus lagos, Mänttä-Viluppa se conoce por ser un destino idóneo de turismo cultural. Los Museos Serlachius, Gösta y Gustaf, son el sitio perfecto para los amantes del arte y la arquitectura, mientras que los festivales culturales, como el Mänttä Art Festival, las rutas gastronómicas y los paseos al aire libre, se convierten en los mejores aliados para disfrutar de la ciudad.