
En este país sudamericano todo parece ser a lo grande. Y es que el archiconocido Machu Picchu no es el único hallazgo en los Andes. En el corazón de esta cordillera, cerca de Cerro de Pasco, sorprende esta especie de museo al aire libre de formaciones rocosas que se recorre gracias a once senderos que atraviesan este espacio protegido. Por el camino asoman esculturas naturales que recuerdan, de algún modo, a la Ciudad Encantada de Cuenca por lo caprichosa e imaginativa que es la naturaleza en estas latitudes.