Los dos picos de la cadena montañosa Elk, cercana a Aspen, son conocidos como Maroon Bells y, desafortunadamente también, como Deadly Bells: las campanas de la muerte. Con poco más de 4.000 metros de altura, estas montañas son unas de las más fotografiadas de todos Estados Unidos, pero escalarla es otro tema: el Servicio Forestal de Estados Unidos sólo recomienda su ascenso a los montañeros más experimentados por el material del que están formadas, una roca sedimentaria de millones de años hechas de un material inestable que en 1965 se cobró la vida de ocho escaladores.
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