Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
En el valle por el que serpentea el río Breede, al pie del pico Waaihoek (1948 m), se extiende la propiedad vinícola Bosjes, fundada el año 1790 y hoy transformada en un alojamiento con cinco suites de decoración contemporánea. La finca se localiza a 25 km de Worcester (100 km al este de Ciudad del Cabo), en el distrito de Witzenberg, apodado la Pequeña Suiza de Sudáfrica, rica en historia y en reservas naturales.
La Bosjes Farm dialoga con el entorno, especialmente su capilla, la estrella arquitectónica del recinto. El sudafricano Coetzee Steyn se inspiró para su diseño en las sencillas iglesias de misiones que abundaban en la zona en el siglo xviii. Pero mientras estas eran lugares de recogimiento, la Bosjes Chapel invita a relacionarse con el exterior gracias a sus muros acristalados.
La capilla emula las ondulaciones montañosas. Parece una ola flotando sobre el valle. Para lograr ese efecto, liviano y unificador a la vez, se investigó con arcos parabólicos e hiperbólicos. Frente a la fachada, un estanque a modo de espejo enfatiza la apariencia de ingravidez de la estructura. En el interior, la cubierta blanca proyecta la luz del día deslizándose por la sala.
En la Bosjes Farm proponen paseos por las viñas y huertos circundantes, senderismo y observación de aves en las reservas naturales de Bokkeriviere y de Hawaqwa, y también catas de vinos y del aceite de oliva cultivado en la finca.