La casa enclavada entre dos rocas

Situada en el pueblo de Plougrescant, en la región francesa de Bretaña, 'Castel Meur' se construyó entre dos rocas a orillas del mar para resguardarse de las fuertes tormentas que azotan el litoral.

Castel Meur

Foto: Maëlick

Si en 1861 alguien hubiera decidido construir su casa a tan solo cien metros de este punto, hoy no se hablaría de ella. Se perdería entre la multitud, como otros tantos hogares levantados a pie de costa, pero debido a las violentas tormentas que azotan el litoral de Plougrescant, en Francia, el dueño decidió resguardarla entre dos promontorios de roca, los dos únicos de una zona que se caracteriza por su llanura.

Conocida como la casa entre las rocas o la Maison du Gouffre, esta casita a dos aguas deja una postal única de la región de Bretaña. Siempre pendiente del juego de las mareas, Castel Meur, como fue apodada por su fundador ha tenido que lidiar con algo más que las inclemencias del tiempo. Poco a poco, este enclave francés se ha hecho famoso, atrayendo la atención de turistas que han llegado a adentrarse en la casa o subirse a los tejados produciendo graves desperfectos. Desde entonces, la vivienda que pertenece a los descendientes del primer dueño ya no se puede visitar, y es que hace unos años levantaron un muro que rodea la construcción, cortando el paso a cualquier curioso. Pero es desde la posición frontal desde donde se capta mejor la belleza de la Maison du Gouffre. Cuando la marea baja, la peculiar casa queda reflejada en el mar como un espejo.

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