
Para los que el azul es su color favorito, la ciudad de Chefchaouen al noroeste de Marruecos es un destino de ensueño. Este color tiñe en todo su abanico de tonalidades la mayor parte de las calles y casas de esta localidad. Cobalto, añil, turquesa, zafiro... Son tantos los tonos de azul combinados con el color blanco, que un paseo por las callejuelas y monumentos más importantes de la ciudad se transforma en un viaje imaginario surcando mares sin mojarse o volando entre nubes sin levantar los pies del suelo.