Desde finales de la Edad Media, el dragón ha estado presente en el escudo de armas de esta ciudad, y todo debido a una leyenda que ha calado hondo en su imaginario. Se trata de la historia del nacimiento de Liubliana, en la que se cuenta que un héroe mitológico griego llamado Jasón robó el vellón dorado del Rey Aites para huir después a través del Mar Negro hasta el río Ljubljanica, en cuyo nacimiento se detuvo a descansar. Se cree que en aquel lugar residía un dragón, con el que Jasón tuvo que luchar y que, finalmente, venció.
En aquel lugar nació la ciudad, que ahora se conoce como la ciudad del dragón, animal mitológico que incluyó como símbolo de poder, coraje y sabiduría no sólo en su bandera, sino en numerosos rincones de la ciudad, como por ejemplo el Puente del Jubileo e incluso el sistema de alcantarillado. Y esto no es todo: muchas marcas de productos eslovenos llevan su imagen, y en invierno se celebra un carnaval de dragones que congrega a gente de numerosos puntos del país. Además, en la capilla del castillo de la ciudad se organiza una especie de actividad que consiste en cinco pruebas similares a un escape room.
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