El récord de -71,2º C de esta ciudad siberiana puede hacer creer que la vida en ese lugar es inviable, pero no es así. De hecho, en Oymyakon, que significa “agua que no se congela”, la media de temperatura es de -62 grados y cuenta entre sus habitantes a 462 personas. La ciudad, ubicada al este de Siberia, vive sus peores meses entre octubre y mayo. Por suerte, una central térmica cercana les abastece de calefacción gratuita, y los manantiales termales cercanos aportan el agua líquida que necesitan. Su dieta no incluye vegetales, pues el cultivo de frutas y hortalizas es impensable, con lo cual la alimentación se basa en carne y pescado. Por supuesto, nadie pasa más de 20 minutos en el exterior y quienes trabajan a la intemperie lo hacen a turnos.
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