No es el escenario de un cuento de las Mil y una Noches pero podría serlo. Se trata de Khiva, la ciudad medieval mejor conservada de Asia central que data tan sólo del siglo XIX. Esta importante parada de la Ruta de la Seda suponía un oasis en el recorrido a su paso por Uzbekistán. En ella se encuentra el barrio de Itchan Kala, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1990, un recinto rodeado de una muralla de doce metros. Uno de los edificios más importantes del lugar es el mausoleo de Saïd Alaouddine, además de la mezquita de Djouma, con 218 columnas de madera, y el minarete Minor. También es interesante visitar el Mercado de la ciudadela, donde antiguamente se vendían esclavos y ahora se pueden adquirir productos típicos del país.
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