Desde Sirmione, el Lago de Garda se presenta como si fuera un mar. Sus 368 kilómetros cuadrados lo convierten en uno de los más extensos de Italia. Es en el sur del lago donde se encuentra Sirmione, una localidad de la provincia de Brescia conocida por su casco histórico, sus balnearios y las ruinas de una antigua villa romana. El puente levadizo por el que hay que entrar ya advierte de lo que uno se encontrará dentro. Y justo al lado, el castillo de Rocca scaligera une el casco antiguo, ubicado en el lago, con tierra firme.
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