Bajo las aguas de la costa oeste de la península del Cabo Malea (Peloponeso), yacen quince edificios pertenecientes a Pavlopetri, una ciudad de la Edad de Bronce que estuvo ocupada desde el tercer milenio y hasta el 1.100 a.C. y que hoy se ha convertido en la urbe sumergida más antigua del mundo según la UNESCO. Junto a las casas, se pueden observar patios, calles y decenas de tumbas.
Estos vestigios submarinos, que reposan a algunos metros de la orilla en la bahía de Vatika, fueron descubiertos en 1967. Años más tarde, en 2016, se incluyeron en la lista World Monuments Watch junto con otros sitios del patrimonio cultural en peligro (como Amedy en Irak, las ruinas de Kua en Tanzania y la torre de Shukhov en Rusia), dada su vulnerabilidad frente a la contaminación y al cambio climático.