Se les conoce como Magnetic Hills (Colinas Magnética) y sólo hay diez en todo el mundo. Conducir por aquí se convierte en un juego para los sentidos, ya que los coches parecen subir cuando en realidad bajan y viceversa. Se trata de una ilusión óptica producida por la falta de un horizonte claro. Al no tener una referencia bien delimitada, el cerebro no es capaz de percibir los ángulos fielmente y las pendientes comienzan a deformarse haciéndole creer que son más empinadas de lo que en realidad son.
La otra cara de la moneda es la explicación sobrenatural. Internet es un campo fértil para todo tipo de especulaciones mágicas y tétricas. Youtube está lleno de vídeos mostrando este efecto, y en los últimos años se han convertido en un fenómeno turístico. La fotografía se corresponde a Ladakh, una carretera situada entre India y Pakistán que incluso tiene un cartel informativo, aunque la montaña más famosa está en Moncton, Canadá. Cada año recibe miles de turistas que se colocan en la parte inferior de la colina y sin necesidad de darle al pedal, suben marcha atrás. Este fenómeno lo ha llevado a posicionarse como la tercera atracción natural más visitada del país.
Más ubicaciones exactas.