
En el castillo de Matsumoto es fácil imaginar cómo era la vida de los señores feudales y de los samuráis gracias a su espectacular estado de preservación. Catalogado como Tesoro Nacional, es uno de los pocos de Japón que conserva muchas partes de la estructura original, como su torre, la más antigua de 5 alturas de todas las fortalezas niponas. Se construyó durante el siglo XVI, justo cuando los bastiones militares empezaban a adquirir prestigio como castillos.
Se construyó con una delicada estructura exterior de color oscuro, que le dio el apodo de Castillo del Cuervo, así como su ubicación encima de un muro de roca rodeado por un foso. En el interior, las salas decoradas con armas y armaduras antiguas narran la historia del monumento. Desde el mirador del piso superior se disfruta de una vista sobre la ciudad que alcanza la meseta Utsukushigahara y los Alpes japoneses.