
El Monumento Nacional de las Dunas Blancas en Nuevo México, Estados Unidos, sorprende por la blancura extrema de sus dunas. El secreto de su color se encuentra en los granos de yeso cristalizado que se acumulan formando dunas tan blancas como la nieve. El yeso no convierte con facilidad la energía del sol en calor por lo que es posible recorrer este paraíso níveo descalzo y disfrutar del paisaje.