
El arquitecto Pablo Monguió dejó su huella en Teruel entre finales del siglo XIX y el XX. Erigió varios palacios burgueses, remodeló iglesias como la de San Pedro y construyó la portada de la Catedral de Teruel. Entre 1911 y 1912, en Villaespesa levantó una interpretación religiosa medieval con el lenguaje estético del modernismo: la iglesia de El Salvaror. En un vistazo, llama la atención su exterior, compuesto de un atrio abierto por arcos y dos torres, en medio de las cuales se presenta un gran arco central decorado con estilo mudéjar. Una vez dentro, una sola nave se divide en cinco tramos separados por pilastras.
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