Ubicación Exacta

El espectacular castillo rojo de Teruel sobre un nido de águila

Se construyó sobre unas formaciones abruptas de rodeno que le servían como protección y cantera a la vez, mimetizándose con el entorno rojizo.

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Se puede llegar al castillo de Peracense a través de la autovía A-23, tomando la salida en Villafranca del Campo. A medida que uno se acerca, puede divisarlo a lo lejos en el horizonte, aunque su presencia es casi imperceptible debido a su perfecta mimetización con el entorno rojizo. Este imponente castillo fue construido sobre formaciones abruptas de rodeno, que le servían tanto de protección como de cantera.

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Considerado uno de los castillos más singulares no solo de Teruel, sino de toda España, su ubicación en las faldas de la sierra Merena, en un antiguo asentamiento ocupado desde la Edad de Bronce, le otorga un carácter único. Ascender por sus escaleras y pasarelas de arenisca se convierte en toda una aventura, como adentrarse en un auténtico nido de águilas.

El castillo desempeñó un papel importante en el sistema defensivo de la Taifa de Albarracín hasta aproximadamente el año 1170. En aquel entonces, Muhámmad ibn Mardanís, conocido como el Rey Lobo, era el Emir de Murcia y señor de la Taifa. En agradecimiento por la ayuda brindada ante los almohades, cedió el territorio a Pedro Ruiz de Azagra, señor de Estella, como un pago al rey navarro. Desde entonces, el castillo quedó en manos navarras y quedó encajonado entre los territorios de Castilla y Aragón, hasta que finalmente fue conquistado por Pedro III en 1284.

 

El castillo de Peracense se compone de tres recintos amurallados, construidos sucesivamente a lo largo del tiempo. Cada uno de ellos exhibe características constructivas distintas, pero en conjunto ofrecen una visión épica y emocionante. Visitar este lugar es adentrarse en un pasado lleno de historia y leyendas, donde la belleza natural y la arquitectura se unen en perfecta (y muy épica) armonía.

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