Ni Tomorrowland ni Coachella, el festival más espectacular del planeta se celebra esta semana y se llama Burning Man. No tiene cabezas de cartel que muevan masas, de hecho, no tiene ni cartel, pero este festival no tiene nada que envidiar al resto. Son los mismos asistentes quiénes lo llenan de performances, obras de arte y expresiones artísticas de todo tipo. Creado en los años 80 con el espíritu más hippie del momento, a día de hoy ha tomado el relieve el movimiento neohippie. El festival pretende conectar a cada uno con su creatividad, invitar a participar en comunidad y a apreciar la naturaleza, todo con la intención de provocar un cambio espiritual en el mundo. Eso sí, la entrada cuesta 425 dólares, aunque la organización ofrece 4.500 tickets a mitad de precio para quien no pueda asumirlo, y en el festival se puede ver a los grandes empresarios de Silicon Valley, tales como el creador de Facebook Mark Zuckerberg. Con una envergadura, ubicación y organización impresionantes, tiene lugar en pleno desierto de Nevada, en Black Rock, donde se construye una metrópolis de la nada para albergar alrededor de 25.000 personas.
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