
Situada en pleno cinturón de fuego del Pacífico, la península de Kamchatka posee la mayor densidad de volcanes activos del mundo. En total, 30 colosos que se erigen omnipotentes sobre esta tierra casi virginal del extremo este de Rusia, aunque existen más de 300 volcanes dormidos o extintos en un área de 472.300 km², o lo que es lo mismo, un territorio de proporciones similares a Italia, Reino Unido, Ecuador o Nueva Zelanda.
Y es que la actividad volcánica ha convertido a Kamchatka en una fábrica natural de nuevos minerales. Las constantes erupciones dan paso a extraños fenómenos químicos, responsables de nuevos materiales que surgen del interior de la tierra. En los últimos años se han descubierto varios como el nataliyamalikite, la itelmenita, la aleutita, la koriaquitala o la petrovita, esta última, clave para el futuro eléctrico ya que puede abaratar los costes de producción de las baterías eléctricas.
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