
Muchos de los encantos que se pueden admirar en Estonia son parte de la historia del país, y en su capital, Tallin, se encuentran muchos de ellos. Uno de los que merece la pena visitar es la farmacia Raeapteek, que no pasa desapercibida por su encanto exterior. Este establecimiento no sólo es el más antiguo de la ciudad, sino que también ha recibido el reconocimiento de ser la farmacia en activo más antigua de Europa. La tienda pasó a manos de su tercer dueño en 1422, con lo cual hay evidencias de que su antigüedad se remonta a unas décadas más allá.
En la Edad Media, la farmacia vendía todo tipo de medicamentos, pociones y otros productos más extraños, como por ejemplo jugo de momia, piel de serpiente, abejas quemadas o polvo de cuerno de unicornio. A este establecimiento se acercaba gente de todo el país para asesorarse sobre tratamientos y hacer consultas espirituales, aunque también era un lugar de reunión donde tomar un refresco, jugar a cartas y tomar decisiones importantes. Se dice que su fama fue tan elevada que el zar Pedro el Grande llamó a su dueño para que le atendiera en su lecho de muerte.
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