
Su color rojo y blanco y su forma circular típica de los faros marítimos sorprende al viajero que recorre el puerto de montaña más alto de los alpes suizos, ubicado a 2044 metros de altitud. Vigila el puerto de Oberalp desde 2010, cuando se decidió colocar una reproducción del faro de Hoek van Holland -que se encontraba en la desembocadura del Rin antes de ser trasladado al museo marítimo de Rotterdam-, con la intención de ser un símbolo de todas las localidades a orillas del Rin. Cerca, las fuentes del Rin convierten el faro en un punto de partida para emprender rutas que recorren su cauce, ya sea en coche, moto o bici.