El faro de los trolls

Se encuentra en la isla de Kalsoy, una de las 18 que conforman las Islas Feroe, y para llegar hasta él hay que cruzar un sendero repleto de trolls.

Faro de Kallur

Foto: iStock

Situado entre acantilados cubiertos de fina hierba y azuzado por las frías aguas del Atlántico Norte, el faro de Kallur se erige en lo alto de las Islas Feroe con el mismo porte que el famoso caminante sobre el mar de nubes del pintor Caspar David Friedrich. Cuando la niebla aprieta, el horizonte se vuelve casi indistinguible lo que no ha impedido que el faro lleve décadas guiando a los navegantes de la isla de Kalsoy, conocida por sus habitantes como la flauta dulce por su peculiar forma.

Para llegar hasta él, primero hay que poner los pies en el diminuto pueblo de Trøllanes, llamado así por las muchas leyendas que afirman la existencia de trolls en las praderas de alrededor. Desde allí, un único sendero dirige al caminante hacia el faro, pero antes de avisarlo uno se encuentra con varios lugares dignos también de admiración, como por ejemplo el kiosco del fin del mundo. Y es que en esa remota ubicación e encuentra un pequeño contenedor reacondicionado como kiosco en el que comprar algún que otro recuerdo de la experiencia.

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