David Llobet

Lanzarse a la aventura en Jordania significa explorar el desierto de Wadi Rum acompañado de beduinos. Este precioso desierto, considerado de los más bonitos del planeta, cautiva por las formaciones rocosas que dibujan el paisaje a nuestro paso, en el que acampar para pasar la noche es una experiencia abrumadora. Arcos de piedra que se elevan por encima del desierto son solo algunas de las imágenes que fascinan en este inhóspito pero mágico rincón de Oriente Medio.